2/6/14 – RAPHAEL Martos, el “Ruiseñor de Linares” no está muy distante de aquella poderosa voz que le ha dado a él y a sus fieles admiradores, una larga carrera de satisfacciones indescriptibles como dueño y señor de los escenarios. El pasado 2 de junio, en una presentación de casi tres horas en el Coliseo de Puerto Rico, este eterno consentido de los puertorriqueños volvió a experimentar esa adoración que incide casi en la irreverencia que le ha demostrado el boricua desde que piso esta tierra en 1968.
Los serios de salud debido a su padecimiento hepático y su posterior trasplante de hígado en 2003, conmocionaron al mundo. Pero tras haber visto asomar la muerte a su puerta, seguido de un largo proceso de deterioro físico, Raphael regresó a la vida para continuar con el curso de su privilegiada carrera. Muchos recordarán e, incluso, habrán asistido a su espectáculo “De Vuelta, La Leyenda” en Bellas Artes de Santurce en 2004. Aseguraba entonces esta importante figura de la canción española que entonces tenía 58 años, haber recobrado la vitalidad de sus años mozos.
E lmaratónico concierto “Mi Gran Noche 2014”, compuesto de 40 canciones inició con puntualidad. Con impotente presencia escénica Martos arrancó los primeros aplausos y gritos desde que la orquesta empezó la introducción de “Yo Soy Aquel”. Ante una audiencia compuesta por adultos y ataviado con un traje negro y una camisa a tono, el artista prosiguió con su recital con temas como “Si Ha De Ser Así”, “La Noche”, ”Mi Gran Noche”, “Provocación”, “Se Fue”, “Los Amantes” y “Despertar Al Amor”. Todas fueron coreadas por el público.
El cantante se despojó de su chaqueta y la tiró por encima del hombro como parte de sus mímicas, poco antes de abandonar el escenario momentáneamente. Pero pronto reapareció para cantar “Digan Lo Que Digan” y “Se Me Va”, las cuales precedieron a “Hoy Mejor Que Mañana” que fue ovacionada por la audiencia.
“Es un placer para mí el poder estar hoy aquí, después de haber estado tantas veces en Puerto Rico…y las que pienso seguir viniendo”, advirtió al tiempo que la concurrencia aplaudía emotivamente.
Minutos después interpreto “Sera Mejor”, ‘Sigo Siendo Aquel” y “Toco Madera”, temas que como los anteriores, trasladaron a lo alto a los espectadores de regreso a otras décadas pasadas. Las luces del auditorio se encendieron y el público se puso de pie para tributarle un cerrado aplauso.
“Tengo la inmensa suerte de contar con un compositor que para mí es lo mejor que hay. Ha sido certero totalmente”, dijo refiriéndose al autor de muchas de sus canciones, Manuel Alejandro.
Siguiendo con su estructura retrospectiva, Raphael canto “Cuatro Estrellas” y “Eso Que Llaman Amor”, una de sus consentidas.
“Hace mucho tiempo grabe esta casación – explico refiriéndose a “Gracias a la Vida” – Y quien iba a pensar que se iba a convertir en motivo de mi vida”. Dicho esto, los asistentes volvieron a pararse para aplaudirlo delirante.
Los fanáticos continuaron acompañando en el coro de sus canciones, un detalle que siempre emociona inmensamente al artista. Segundos después, continúo con “Cuando Llora Mi Guitarra” y “Un Día Más”. Luego, y haciendo alarde de su privilegiada memoria, agradeció la suerte que ha tenido de haberse aprendido las letras de sus canciones desde el comienzo de su carrera, a pesar de contar con “un repertorio tan y tan largo”.
Le tocó el turno a “Hablemos de Amor”. “Estuve Enamorado” y “Cuando Tu No Estas”. Este último fue el tema con el que se dio a conocer en su primer viaje a Puerto Rico.
“Hay canciones que les gustan a unos y a otros no. Pero hay algunas que llegan a todos. Esta es de las más, de las más de las más”, comentó dando paso a “Desde Aquel Día”.
Raphael prosiguió estremeciendo a la audiencia con “Deténedla Ya”, “No Puedo Arrancarte de Mí” y “Maravilloso Corazón”, que nuevamente puso al público de pie y hasta zapatearon el piso.
Los boleros “Y Fuimos Dos”, “Adoro”, “En Esta Tarde Gris” (en un excelente solo de guitarra) y “Nostalgias”, estuvieron enmarcados en sus cualidades histriónicas y causaron sensación.
“Dile Que Vuelva”, “En Carne Propia” y “Escándalo” marcaban la proximidad del final de la velada. Con “Ámame” se produjo entonces una falsa salida que duró apenas unos minutos. A su regreso y tras cantar “Qué Sabe Nadie” se escuchó al público pedir ‘otra, otras”.
“Qué sabe nadie…que sabe nadie de mí y nunca lo va a saber…Es un verdadero placer estar aquí en Puerto Rico. Espero estar aquí el próximo ano…Cómo yo te amo Puerto Rico…Puerto Rico, te amo tanto, tanto, tanto…”, exclamó con dramatismo ante el aplauso colectivo, al concluir el concierto con “Balada Triste de Trompeta”, “Yo Soy Aquel” y “Cómo Yo Te Amo”.
Por Helda Ribera-Chevremont
Fotos: Pedro Ruidiaz
381 Comentarios