14/08/18 – En su primera visita a Puerto Rico, Gregorio Pernía, alias “El Titi”, comprobó el alto nivel de popularidad que ha alcanzado con su actuación en la serie “Sin Senos Sí Hay Paraíso”. Sin embargo, más allá de la atracción que despierta el personaje de “Aurelio Jaramillo”, un narcotraficante adicto al sexo, las, mujeres y el dinero, su intérprete busca “formar parte del batallón del bien” en el mundo que lo rodea.
“No tengo religión, pero me preocupo por conocer gente buena sin importar que sean católicos, evangélicos o protestantes. Deseo graduarme como ser humano y no quiero regresar al planeta para pagar agua, luz, teléfono ni trabajar en los programadores. Y esa visión es la que les inculqué a mis cuatro hijos”, dice a Helda Hoy el actor nacido en Cúcuta, Colombia, en la frontera con Venezuela.
Precisamente, sobre la llegada del hijo menor al núcleo familiar, el protagonista de “El Titi”, nos comenta que en ese momento “fuerte por muchas cosas”, su vida que estaba en un entorno desordenado sufrió una transformación.
“Tengo un concepto grande de familia que no tenía antes. Uno a veces ignora que esa es la base principal del ser humano”, dice el actor de 48 años.
Gregorio se refiere a su prole que está compuesta por Emiliano y Julián, habido en otras relaciones; y Luna Mar y Valentino, fruto de su unión con la exmodelo Erika Rodríguez.
HH: ¿Cómo te ven tus hijos en medio de la vorágine que vives a nivel histriónico?
GP: Empecé a los 19 años. Ellos nacieron viéndome actuando. Pensé que no iban a tomar el mismo camino, pero han terminado pegados. Emilio, de 18 años, se va en septiembre a estudiar drama a España, y a mi hija Luna, la escritora argentina Marcela Citterio, la llamó para hacer una película. Entonces terminan conectados”.
Aprovecha el actor para exponer que el nombre de su hija fue elegido porque “creo en las cosas que están ahí plasmadas como en el mar que cubre un 72% del planeta y es el mayor sinónimo de Dios”.
HH: Esa visión, ¿se las inculcaste a tus hijos?
GP: Creo que uno es el ejemplo de ellos. No es que se lo inculqué , mis hijos lo ven. Mi papá me dio la honestidad y la transparencia y eso ha sido una base para mí y entiendo que mis hijos también la tienen.
Entre tantas satisfacciones, la credibilidad que han logrado sus papeles de villano ha tenido un costo muy particular. Durante la interpretación del personaje de un paramilitar, “terminé golpeado por una señora en una notaría de Bogotá”. (“Haciendo el personaje del <<Coloso De Jalisco>> en <<La Hija Del Mariachi>> también recibí un carterazo de otra televidente por todo el daño que estaba haciendo”, cuenta el popularísimo “Titi” que regresó a Colombia después de haber participado en varios programas de Telemundo).
Por Helda Ribera Chevremont
(Fotos: Ángel Negrón)