08/07/18 – EN su segunda visita a Puerto Rico, y la primera en la que se presenta en solitario en concierto, Sebastián Yatra interactuó con sus alborotados seguidores un repertorio de éxitos durante la noche del pasado sábado en Vivo Beach Club, en Isla Verde.

Yatra, quien es considera uno de los exponentes más importantes e influyentes de la música en Latinoamérica, le robó un fugaz beso como parte su espectáculo a una chica que se encontraba al pie de la tarima en la interpretación del tema “Robarte Un Beso”.

 

El espectáculo que comenzó a las 11:06 de la noche confronto algunos problemas de sonido que no fueron razón suficiente para evitar que Yatra lograra seguir brindado un buen show al público. El colombiano mantuvo siempre el control y logró que su fanaticada se sintiera a gusto y cantara junto a él sus canciones.

La noche estuvo cargada de buena energía y mucho romanticismo por parte de la fanaticada que  danzo sus canciones y muchas lo hacían en pareja.

La velada contó con nueve canciones como “Por Fin Te Encontré”, Alguien Lloró”, “Sutra”, “Cómo Mirarte” y “Suena El Dembow”.

 Por otro lado, el popular vocalista expresó su agradecimiento e invitó a tarima al productor puertorriqueño Luis Figueroa para la interpretación del tema “Perro”.

“Yo no soy un perro, pero tengo un amigo que sí es bien perro y a él quiero darle las gracias, él es hombre con un gran talento… ¡Luis Figueroaaa!”, proclamó.

El cantautor tomó unos segundos para firmar la gorra de una fantática y continuar interactuando con el público mientras interpretaba el tema del mundial “Love”.

En un momento de la noche Yatra demostró sentirse aún enamorado de una mujer a la que  describió como la “niña más hermosa del mundo” y le escribió la canción “No Hay Nadie Más”.

 “Esta canción es dedicada a la niña mas linda del mundo, la niña que hizo que las demás no existieran. Me gusta cantarla, pero me gusta más escucharla”, reiteró con emoción.

La noche finalizó con el éxito “Traicionera” y un “gracias Puerto Rico, los quiero”, subrayó entre aplausos, pero sin la consabida ñapita.

Por: Miosotys Montalvo Muñiz

(Fotos: Carlos Pagán Mediavilla)