06/09/16 – “No está saludable. Ella tiene sus problemas. No voy a hablar de eso ahora… Estamos pasando por una situación difícil. Son cosas que pasan”, confesó Wisin ayer a “Lo Sé Todo” provocando el revuelo colectivo de sus colegas, amigos, seguidores y personalidades de la industria del entretenimiento.
Las impactantes revelaciones del reconocido reguetonero que detalló que se trata de trisomía 13, un trastorno genético, conocido como el síndrome de Patau, trajo a nuestra memoria aquella noticia ampliamente reseñada por la prensa especializada en farándula, y en diversos rotativos de Puerto Rico: algo grave ocurría con el embarazo de los gemelos Alexander y Shannira.
Charytín Goyco y Erín Ortiz vivían en Puerto Rico cuando el médico les dio la noticia de que “los últimos estudios que le habían realizado a la madre mostraban que el niño nacería con serias malformaciones congénitas”. El diagnóstico indicaba una condición de “hidrocefalia y espina bífida del niño en el vientre”.
Meses antes del alumbramiento, Elín le había revelado la situación al editor de la Revista VEA, Enrique Pizzi Galindo (QEPD), con la intención de que fuéramos publicando la información para que, llegado el momento, tal noticia fuera de menor impacto entre los medios. Pero este maestro del Periodismo, nos instruyó, al personal de dicha publicación, a hacer mutis sobre el asunto. Por el contrario, le sugirió al productor y a su esposa que no divulgaran la información hasta tanto ver el desenlace de los acontecimientos. Es decir, en lugar de disparar la exclusiva en una portada que alcanzaría elevadas ventas, dejó demostrado su alto grado de sensibilidad y profesionalismo.
Precisamente, dos semanas antes del parto en 1990, el doctor Ricardo Brau observó que había posibilidades de que la situación tomara otro giro. La masa del cerebro comenzaba a definirse en las placas, lo que indicaba que la válvula, de alguna manera estaba drenando líquido.
“Es un milagro, Elín. Que no te quepa la menor duda”, proclamó el doctor categóricamente el día del nacimiento de los bebés.
El productor y actor recientemente fallecido, sosteniendo en brazos a las criaturas nacidas por cesárea, expresó que “fui un hombre de razón y pensamiento y he visto realizarse lo que en el argot de nuestro pueblo se llama milagro”. (“Nuestro hijo venía muy mal. No dicho por mí, sino por un científico. De momento se detuvo lo que iba a ser una enfermedad terrible, una hidrocefalia. Somos unos padres dichosos”, dijo Elín entre lágrimas, un brindis con champaña y el llanto de los gemelos, en un emotivo testimonio).
Por Helda Ribera-Chevremont
(Fotos 1990: Frank Battaglia)