08/06/16 – WILKINS demostró una vez más que sigue siendo el Divino Rockmántico. Sobre todo, para la fiel fanaticada que se dio cita ayer en el Centro de Bellas Artes de Santurce para celebrar junto a su ídolo el Día de Las Madres.
Entre fuertes ovaciones y gritos de euforia, el artista salió a escena, impecablemente vestido, para dar paso a “Amarte A Ti”, tema que fuera éxito en la década de los 80’s, seguido de “Loca Divina” y un medley de éxitos de los 70’s.
Con su acostumbrada sensualidad y carisma, Wilkins mantuvo a su público cautivo durante las más de dos horas y media que duró el espectáculo. Su magistral interpretación de “Bella Sin Alma” provocó el primer standing ovation de la noche. Otras como “Tengo Un Nuevo Amor” y “Como No Creer en Dios” permitieron un momento más íntimo entre el artista y los espectadores que coreaban las canciones de principio a fin mientras dejaban las luces de sus celulares encendidos.
“Sopa de Caracol”, “La Lambada” y “Margarita”, por el contrario, incitaron a toda la audiencia a bailar y a ponerse de pie al son de la música, desencadenando una euforia entre los asistentes.
Desde el comienzo del espectáculo hubo total conexión entre un público ávido de escucharlo. Y un artista visiblemente emocionado por la acogida de su fanaticada que no paraba de corear sus canciones y de gritarle frases como “Wilkins eres mío”, “Te amo”, “Te espero en casa”, entre otras.
“A la verdad que ustedes siguen siendo unos rockmánticos empedernidos. Que bien se siente que a mis 49 años todavía me griten: <<Wilkins tu eres mío>>”, dijo provocando de inmediato carcajadas entre los asistentes.
Uno de los momentos más emotivos de la noche fue cuando el artista sorprendió a su madre, la doctora Aurea Ramírez, dedicándole el tema “Collar de Perlas” (su canción favorita), acompañado de Lumen, su nieto de 11 años, quien a su corta edad toco magistralmente el contrabajo demostrando que el que lo hereda no lo hurta.
Le siguieron “Respiraré”, “El Sucesor” y “Te Amo”, donde hace un falso final mientras el público le pide “otra, otra, otra”. De regreso al escenario cantó “Una Mujer Enamorada”, supuestamente despidiéndose de la audiencia. Complacido y para complacer, el rockmántico regresó entre poesías (“Quédate Conmigo”) y canciones españolas a guitarra (“Ese Toro Enamorado de la Luna”), concluyendo con un potpurrí de boleros. Presentó entonces a sus músicos, a sus bailarines y a su staff para luego expresar emocionado y agradecido de la vida… con “gracias, gracias por sacar el tiempo de venir a verme en un día como hoy”.
El cantante también fue reconocido durante el concierto con la entrega de una placa de parte del Presidente del Centro de Bellas Artes, Ricardo Cobián, por haber sido el primer cantante de música popular en presentarse en el Centro de Bellas Artes en 1981. Igualmente, por haber sido el canal para que otros artistas pudieran presentarse en dicho centro que originalmente estaba destinado a la música clásica.
Con una interpretación vocal y un sonido impecable, luces inteligentes, nuevos arreglos musicales en todas las canciones, coreografías, graficas digitales como parte de la escenografía, dramatismo y sensualidad acompañado de un público fiel, que lo conoce, que ha vivido y se ha enamorado a través de sus canciones y que lo sigue con la misma euforia con el pasar del tiempo, no hay duda de que a Wilkins todavía le queda un gran camino que recorrer.
Por Sandra Barbeito
(Cámara: Carlos Pagán Mediavilla))