20/01/16 – PARECÍA un gallinero. Y no solo porque se trataba de un junte de viejas compañeras, otras amigas con una larguísima trayectoria de amistad y trabajo; y por unanimidad, la alegría de volver al escenario para en esta ocasión, recrear lo que sucedió en un pueblito de Yorkshire, en Inglaterra.
Así comenzó el reencuentro con la prensa para dar detalles de la obra de Tim Firth, “Las Chicas del Calendario”, que sube a escena a partir del 22 de enero en el Centro de Bellas Artes, en Santurce.
La obra está basada en la historia real de un grupo de mujeres que decidieron posar desnudas para un calendario con el fin de recaudar fondos desinado a la lucha contra el cáncer. Y esto, luego de que el marido de “Anita” (Cordelia González), perdiera la lucha contra esta enfermedad. No obstante, antes de morir “Juan” (Raymond Gerena) “las inspira comparándolas con girasoles en su fase más gloriosa”.
De ahí a que las actrices aseguraran al puñado de medios de entretenimiento presentse en la conferencia de prensa que “pelaremos pa’ bajo y hasta sin bresieres”. Al insistir en confirmación de este anunciado destape, Velda González se acogió a la 5ta Enmienda: “Ni lo niego ni lo confirma, como dice la fiscal Rosa Emilia Rodríguez”.
Cordelia, por su parte, se refirió a la oportunidad de ser parte de este elenco “como una celebración maravillosa”, recalcando que en la obra son todas mujeres que no son jovencitas.
“Después de cierta edad todo es más difícil”, opina.
Mientras, Camille Carrión explicó que optó por salir de su retiro del teatro luego de siete años, para encontrarse nuevamente con sus compañeras. Precisamente, Lismarie Quintana, al pertenecer a otra generación de actrices, reacciona a las conversaciones que se escuchan en el camerino.
“Que si la menopausia, que si el pelo cambia, que si aquello se cae, que si esto y que si lo otro… ¡Ay Santo, madre mía!”, bromea provocando la risa de todas las chicas del calendario.
Ante el entusiasmo colectivo, asoma el tema del teatro y del apoyo que ha recibido en esta etapa histórica del público.
“El teatro se perfila bien. La gente busca un escape en miedo de todos los problemas que enfrenta Puerto Rico. Los productores también han tenido que hacer sus modificaciones para que el teatro sea accesible a la ciudadanía. Los actores y actrices también tenemos que ceder de nuestra parte. Cuando Camille y yo éramos jóvenes el boleto costaba $25.00. No es justo dejar un pueblo sin risa”, expone Ángela Meyer, quien también es productora de televisión.
Por su parte, Marian Pabón, Linnette Torres y Sufete Baco – tres de las que más guisan en la producciones teatrales – hablan del resurgir de teatro y los talleres locales en la televisión. De hecho, coindicen y apuntan a Wapa TV, como el canal con más ofertas producidas aquí. Sin embargo, es política de los canales que talentos de la competencia no pueden entrar a las facilidades para promocionar tal o cual evento, con algunas excepciones. O si acaso, cualquier promoción externa deberá pasar por el cedazo de su presidente que decidirá si la descarta o la aprueba.
En adición, actúan Madelyn Ortiz, Gerardo Ortiz, Ulises Rodríguez y Fernando Tarrazo, hijo de Linnette. La dirección de Emineh de Lourdes y la traducción de Lynnette Salas,
Por Helda Ribera-Chevremont
(Fotos: Ángel Negrón)
Los que se van…
“Los que se quedan ejercen su profesión con amor. Hay una carta cultural inmensa”, comenta Ángela Meyer sobre los que se han optado por buscar otras oportunidades de trabajo en Miami, por ejemplo, en relación a los que permanecen en la Isla.
Suzette Bacó menciona la gran cantidad de “grupos, nichos y cooperativas de actores que se han creado”. (“Escribimos, producimos y dirigimos sin ayuda de nadie”, dice).