09/04/2023 ̶ Hechos de la vida real relacionados con el primer beato puertorriqueño forman parte de la trama de “Charlie, el Musical”, obra que tuvo lugar en el Centro de Bellas Artes de Santurce, el sábado 8 y domingo 9 de abril durante la tarde y la noche.
Carlos Manuel Cecilio Rodríguez Santiago, para sus amigos “Charlie”, tuvo una vida con ideas tachadas de “revolucionarias”, las que desarrolla el contenido de esta pieza. Su manera de pensar, allá para las décadas del 1950 y 1960, era estimada contraria o sediciosa al gobierno del Estado Libre Asociado.
La obra que muestra la virtuosidad de Charlie provocó reacciones en la audiencia que la ovacionó por las actuaciones de primera.
Víctor Santiago, como “Charlie”, es excelso en su sereno protagonismo. Junto a Wanda Sais y a Ángel Manuel García, como “Haydeé” y “Pepe”, padecen las situaciones que injustas y muy parecidas a las de antaño aún persisten en la Universidad de Puerto Rico (“IUPI” o UPR), principal centro educativo universitario del país, cuya torre y verja se representan en la escenografía.
Su antagonista, bien interpretado por Carlos Vega, es el profesor de filosofía don Antonio Sandoval. Este alerta al rector de la UPR – para esa época don Jaime Benítez, a cargo de Hernan Oneil – acerca de las reuniones sostenidas por Charlie con un grupo de amigos, jóvenes estudiantes y sus hermanos, quienes son parte del personal docente.
Y es que, el hombre cagüeño, quien amó a sus enemigos, vivió con el propósito de dar a conocer a Cristo entre la gente. Precisamente, esa dedicación trae conflictos y consecuencias para que tengan que indagar y abogar por hacer cumplir las leyes que permitían la libre congregación y expresión en el recinto. Desde la trinchera pacífica lograron que permaneciera abierto el Centro Universitario Católico y de Cultura Cristiana lugar de sus encuentros.
Charlie tenía un carácter humilde y alegre. Era inteligente, políglota, traductor, músico y hasta bailarín.
“Entregó su vida al servicio de Dios y de los feligreses donde todo parecía ser imposible”, según expresó “Pepe”, quien también hizo de narrador.
Conforme, Charlie elevo su oración.
“Señor, ¿qué quieres de mí? Hoy reafirmo mi compromiso contigo y me hago disponible para cualquiera que sea la misión que tienes para mí. ¿Me quieres para la vida consagrada? ¿Para el sacerdocio? ¿Me pides que deje mi adorado Caguas y me vaya lejos? Pídeme lo que sea. Yo solo quiero estar atento a tu voz. Solo quiero ser…”,
En el espectáculo, formaron parte del elenco: Aidita Encarnación, mostrándose enternecedora como “abuela Alejandrina”; Luis Velázquez en el papel de “Sato”, Linnette Torres, como “Águeda”, “Aurora” caracterizada por Luz Cardona, “Maribella” era Anna Malavé; y “Damián”y Eric Yamil, entre otros actores talentosos que igualmente bailaron y cantaron semejantes a un coro celestial.
Al éxito de esta puesta en escena, se suma la decoración que ágilmente la producción modificaba ante los ojos del público, además del vestuario de todos los participantes y la nítida música.
Aunque la beatificación no se contempla en este drama de dos actos, Charlie, venerado en la Iglesia Católica cual santo, se le valora en Puerto Rico, Latinoamérica, Estados Unidos y el mundo como fiel creyente de los preceptos del Señor Jesucristo.
Por su parte, el sacerdote Orlando Lugo, autor de “Charlie, el Musical”, interesa allegar a más personas con esta obra que previamente se presentó en el Centro de Bellas Artes de Caguas.
“Creo que los verdaderos cambios sociales se producen cuando nos enfrentamos con valentía y respeto a lo establecido para, como hizo el beato Carlos Manuel, transformarlo desde la raíz, devolviéndoles su sentido humano y cristiano más profundo”, explicó por escrito sobre su contexto.
Charlie, para quien la Semana Santa era su favorita y aseguraba que “el cielo es la continuación de la vida”, falleció a los 44 años de cáncer intestinal.
Por Ana H. Peña
(Fotos: Meyta)