10/02/2020 – UNO retribuyó con fidelidad al bolero como género y de acuerdo con el título del recital “El Bolero Nos Une”. El otro optó por navegar las aguas de la balada, el jazz, el cha cha cha y hasta uno que otro toque bien tropical. Cada uno en lo suyo, Danny Rivera y Armando Manzanero demostraron cuán imperecedero es el verdadero talento.
El espectáculo, que se llevó a cabo en el Centro de Bellas Artes de Santurce, bien pudo haberse articulado como dos conciertos independientes de cada uno de estos artistas que no necesitan ni presentación ni refuerzos de índole alguna. No obstante, resultó refrescante que el cantautor yucateco y el boricua compartieran el escenario algunas veces aportando buena música, excelentes interpretaciones y varias anécdotas para el deleite de fanaticada reunida en Sala de Festivales.
El concierto inició con Rivera en un “Si No Eres Tú” a capella, mientras se desplazaba de esquina a esquina y a través del foso, vestido de gris y con la bufanda que ya se ha convertido en su accesorio obligado.
“¡Bienvenidos al bolero!”, proclamó antes de exhortar a la audiencia a brindarse un aplauso y en una acción poco usual a comienzos de un show, presentar a algunos de los músicos que le acompañaron, bajo la dirección del maestro Pedro Rivera Toledo. Acto seguido, dio paso “Siempre Me Pasa Lo Mismo”, una melodía sobre el quehacer artístico-musical que siguió para recibir uno de los más entusiastas aplausos del encuentro.
Danny recordó a Jorge Negrete al presentar su versión de “Mujer Abre Tu Ventana”, originalmente popularizada por el Charro Cantor. Los asistentes la corearon con esa nostalgia que solo generan los buenos recuerdos.
“Armando Manzanero ha proyectado su alma de mexicano en sus composiciones, pero también ha regalado sus melodías al resto (de los latinoamericanos). Con todo y eso, me he atrevido a componer una canción que, por fortuna, le gustó al maestro. Se la dedico a Manzanero”, señaló el intérprete como preámbulo a “El Bolero Nos Une”, al tiempo que se destacaba el desempeño de Josean López en el requinto.
Luego de presentar al resto de sus músicos, Danny Rivera agradeció al público por el “embellecimiento que aporta esta égida musical”.
El requinto en solitario inició el acompañamiento de “Se Vive Una Vez”, que posteriormente integró a los demás instrumentistas.
Rivera confesó que, aunque su propuesta se encaminaba a complacer a la concurrencia, su intención real era “darme un gustazo” con las melodías seleccionadas. Reconoció la época de oro de los tríos como un parteaguas en su vida pues ésta despertó “al cantor que había en mí”.
Esa máquina del tiempo inigualable que es la memoria transportó a Rivera al período en que era fanático de las vitrolas y asiduo de las velloneras. Dicho comentario sirvió de punta de lanza para homenajear al fenecido Cheíto González con “Diez Lágrimas”. Prosiguió con “Las Perlas De Tu Boca” de Alfredo Sadel y “Para Decir Adiós”, cuya versión original junto a Eydie Gormé, integró el disco “Muy Amigos”. En esta ocasión la vocalizó con la intérprete ponceña Awilda. Durante todo el concierto, el cantante santurcino alcanzó numerosos agudos que demostraron inequívocamente cuán bien se conserva su voz y característico timbre.
A modo de hilo conductor, el artista narró cómo logró interpretar melodías de Manzanero durante una travesía a España. Entre ambos escogieron “A Propósito De Ti”, que Danny empezó a cantar a capella mientras se encaminaba a buscar al mexicano tras bastidores y traerlo al escenario. No se hizo esperar la ovación de pie para el compositor que lucía un traje blanco y arrojaba besos a la concurrencia.
Manzanero recordó sus primeras apariciones en la televisión boricua (WAPA TV – Canal 4) porque “antes de venir aquí, ya yo conocía a Puerto Rico”. Durante todo el concierto, Manzanero destiló simpatía. Dominó el ritmo del chiste y cómo contarlos para provocar carcajadas.
“Estoy cumpliendo 85 años y ya quiero sentar cabeza…y hacerme la vasectomía”, bromeó dando pie a una lluvia de carcajadas.
El creador de muchísimos de los éxitos de Angélica María recordó la primera vez que escuchó a Danny Rivera “con aquellos altos tan afinados”. (“Dios bendiga a Puerto Rico y a los puertorriqueños”, agregó).
Danny y Armando interpretaron “Madrigal”: ocasión que aprovecharon para bromear y bailar juntos. Esta composición de Don Felo sirvió como transición para iniciar la sección encabezada por el autor de “Adoro”.
Con gran emoción, Armando relató que en cierta ocasión en que Bobby Capó se presentaba en México, se le acercó para preguntarle: “¿Tú no tienes alguna canción para mí?”. El cantautor confesó que no podía creer que una figura de la talla de Capó recabara una de sus melodías.
“Recientemente, escuché la grabación original de <<Llorando Estoy>>, la canción mía que él escogió”, expresó.
Acto seguido, tocó homenajear al cubano Julio Gutiérrez con “Inolvidable”. Manzanero sorprendió con un acercamiento tipo jazz para su interpretación, antes de dar paso a su emblemática “Somos Novios”. Dicha pieza contó con el coro enorme que conformaron los asistentes al concierto.
La concurrencia disfrutó del arreglo tropical de “Esta Tarde Vi Llover”.
“Si hay algo que los puertorriqueños saben hacer, es cantar”, aseveró para motivar a al público a cantar junto a él.
El artista finalizó la pieza que tantos han grabado, con la frase “y esta tarde…no llovió”.
Luego de “Voy A Apagar La Luz” en una versión que integró elementos del jazz, y continuó con “Nada Personal”. Para interpretarla, invitó a su paisana Berenice a unírsele en el escenario, seguido de “Dormir Contigo”.
Después de “Contigo Aprendí”, el compositor habló de su entorno familiar y de cómo se comunicaba con su abuela en “un idioma muy dulce: el maya”. Pronunció algunas palabras en esa lengua antes de admitir que, aunque sus progenitores duraron muchos años juntos, su padre se comportaba como un auténtico tarambana. Relató, además, en tono divertido, que, en un momento dado, su madre se hartó y ya cuando iba a dejar al marido, él le pidió perdón y prometió que ya no se trasnocharía, ni andaría mujereando.
Con un acompañamiento de ranchera en la que los músicos entonaban una graciosa melodía imitando a borrachos, Armando indicó que “entonces ella, que ya estaba cansada, cedió y dijo: <<Nos quedaremos juntos…hasta que Armandito crezca>>”, narró con simpática ironía que el público retribuyó con risas a este artista de 5 pies de estatura.
Repitió una porción de “Voy A Apagar La Luz” para traer a Danny Rivera al escenario y fusionarla con “Mía”. El éxito del venezolano Simón Díaz, “Caballo Viejo”, parecía anunciar el final del espectáculo. Pero Armando Manzanero no se inclina por falsos finales. De hecho, reconoció que la práctica usual es supuestamente finalizar un recital, desaparecer del escenario y luego volver como resultado de una petición de la concurrencia.
“Pero yo no. Yo me quedo”, afirmó sonriente para iniciar la melodía popularizada por Luis Miguel, “No Sé Tú”.
Luego de presentar a sus músicos el galardonado cantautor mexicano culminó la maravillosa presentación con la melodía que compuso e inmortalizó nuestro Bobby Capó: “Piel Canela”. Entonces sí. Ante una ovación de pie, Manzanero abandonaba el escenario que recién había compartido con Danny Rivera.
Y así, una voz impresionante con algunas composiciones en su haber se unió a una de timbre peculiar pero respaldada por un bagaje autoral impresionante. Juntas demostraron de qué madera se construyen los dueños y señores del escenario.
Por Nancy Pinero Vega
(Fotos: Maritza Trinidad)