07/10/19 – ENTRE poesía, historias de la vida y cantos a una libertad añorada, la banda Fiel a la Vega nos volvió a dar una espectacular entrega de su música. Con dos funciones, 4 y 5 de octubre, en la Sala de Festivales del Centro de Bellas Artes de Santurce, los chicos de la Vega revivieron su exitoso concierto acústico acontecido a finales de los noventas.
La noche transcurrió ante una audiencia que vivió sus años de juventud escuchando el rock de protesta de Fiel a la Vega; y un auditorio lleno capacidad. Los experimentados roqueros iniciaron su función puntualmente y se extendió por casi dos horas y media. Ataviados con sus tradicionales camisas negras y acompañados por un piano, un violonchelo, una viola y dos violines, los Fieles abrieron con el mismo intro que usaron en el concierto acústico de 1997. Tales, como “Recuerdos De Borinquen”, seguida de las “Flores De Emilio” junto con visuales de las bellezas de nuestra Isla y de eventos de lucha por nuestra patria.
Localizados en el medio del escenario: Ricky Laureano, Tito Auger, Jorge Arraiza y en la parte posterior, el baterista Pedro Arraiza, el repertorio continuó con “Turísticamente Bien” para llegar al primer gran momento de la noche con “El Panal”. Como buenos roqueros, el público cantó y se levantó de sus sillas a bailar. ¡Parecía que se habían olvidado de que estaban en Bellas Artes!
En la interpretación de la “Vida Campesina” Fiel a la Vega dio tributo a una de sus más fieles influencias musicales: Haciendo Punto en Otro Son. Inclusive, Ricky imitó la voz femenina de Josy La Torre, aunque malamente fue un momento jocoso.
Con el tema “Vaya Generación”, título de su última producción, y uno de los himnos de lucha durante el levantamiento popular en la renuncia de la gobernación de Ricardo Rosselló el pasado verano, los músicos aprovecharon y dedicaron la a canción “a todos los muchachos que se criaron en los barrios de Vega Baja y Vega Alta”. Otra pieza de protesta que cantaron fue la que compusieron para la salida de la Marina de Vieques, “Canción Pa’ Vieques”.
Una de las composiciones que más sentimientos levantó entre la audiencia fue la interpretación de “Elipsis De Una Fuga”, en la cual se narra una salida sin restricciones. La canción es similar a esa sensación de libertad que uno siente cuando va conduciendo el auto y saca el brazo por la ventana para sentir la resistencia con el viento. Ese momento avivó la nostalgia y la emoción del deseo de independencia total.
A continuación, en “CVND” el bajista Jorge no aguantó más y se levantó del banco para roquear la pieza. Así mismo, “Necesario Son Los Sueños” fue cantada por Ricky; y “Memoria De Una Plaza” fue vocalizada por Tito Auger. Ambos transfirieron la angustia de una generación deseosa de un cambio. Es decir, algo así como la maravilla del elemento acústico… pero inconforme.
En tanto, en “Septiembre RP” se sintió el espíritu de lucha y resistencia al conformismo y la normalidad que se respira en el pueblo universitario de Río Piedras, haciendo una reflexión de lo que es ser estudiante de nuestro mejor proyecto social: ¡la Universidad de Puerto Rico!
Conmemorando aquel primer concierto acústico, los Fieles cantaron varias de esas clásicas canciones de aquel memorable evento. Entre ellas tocaron la eterna pieza de despecho de Silvio Rodríguez “Ojalá”, donde el público fue el que mayormente la cantó. Igualmente se escuchó “Una Plegaria Más”, “Guayaba” y los himnos de su generación: “Salimos De Aquí” y “El Wanabi”, con los cuales los presentes se desgalillaron cantándolas.
El único invitado que tuvo la presentación fue el cantautor Fernandito Ferrer, que cantó junto a los muchachos de las Vegas otra canción del cubano Silvio Rodríguez, “Al Final De Este Viaje”. Fernandito, también, fue el acto de apertura por medio de una actuación en el vestíbulo de la Sala de Festivales, recibiendo a todos los asistentes.
El concierto cerró con los “Superhéroes” con la distintiva introducción de “¡Esto Es Un Carjacking!”, por Jorge, que definitivamente fue el más que se gozó el acto.
La conclusión del espectáculo se engalanó con el poema de Juan Antonio Corretjer, musicalizado por Roy Brown (fue triste no haber contado con su presencia), “Boricua En La Luna”. En su interpretación Tito aprovechó y se la dedicó a todo puertorriqueño que está en el exterior, sobre todo, a la diáspora en la nación del norte, y a todo extranjero que ha hecho nuestro terruño su hogar y su nueva patria.
Su voz y su convicción declaratoria en cada canción son parte de lo que define a Fiel a la Vega, pero el ritmo roquero que le imparten a su música de protesta, que no es lo tradicional en la Nueva Trova, es digno de reconocimiento. Por lo tanto, la virtuosa guitarra de Ricky, que es tan bueno con la eléctrica como con la clásica española, y el acompañamiento de los hermanos Arraiza, Jorge en el bajo y Pedro en la batería, son parte de lo que es la exitosa fórmula de esa agrupación.
Escuchar a Fiel a la Vega es toda una experiencia patriótica que conmueve cada pedazo de lo que es ser puertorriqueño. Es el anhelo del deseo de una libertad que sólo se conoce por instancias de vida y por lo que conocen otros hermanos que sus naciones tienen control total de sus decisiones.
Durante el concierto cada uno de los presentes experimentó un espacio de lo que es ser libre y no depender de otros para sus decisiones. El poder viajar en cada frase y verso que narra historias de inconformismo de lo que es nuestro pueblo, demuestra el poder de ser fieles y no solo a la Vega, sino a nuestra patria, ¡Puerto Rico!
Por Jaime Morales, historiador