03/09/17 – DRACO Rosa ofreció su recital entre “Lo Sagrado Y Lo Maldito”, en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot, un evento que dividió en dos partes la afamada historia musical del cantante.
Draco sentado al centro del escenario, frente a sus músicos, entusiasmó a la audiencia mientras una introducción instrumental inició la primera función del concepto “Lo Sagrado”, cuyo repertorio incluyó ritmos que instaban al amor, a la paz y a la unidad. En esta versión del concierto, se le apreció tal cual: talentoso, humilde, conversador y enamorado de la vida.
Lo Sagrado
Luego de “Blanca Mujer”, su primera canción, saludó con un escueto: “Hola”. Ello fue suficiente para cautivar a la audiencia que llenó la sección Arena y General del Coliseo la noche del viernes.
“La música es la bandera que une a los países”, expresó en resumen, el jovial compositor, asegurando que “esta noche van escuchar temas importantes en mi vida en el tema de lo sagrado”.
Y dirigiéndose a la fanaticada que esperó por su ídolo hasta las nueve y treinta de la noche, añadió:
“Son más relevantes ahora en mi vida personal, que cuando las compuse”.
Draco, también productor, lució toda la noche una camisa de color claro a medio acomodar y un mahón oscuro. Dijo sentirse dichoso por haber colaborado con otros artistas. También mantuvo suelta su actual negra, risa y larga cabellera.
Precisamente, el creador de “La Copa De La Vida”, deleitó con “Más Grande Que Grande” y “Perdido Sin Ti”, escritas para la diva puertorriqueña, Ednita Nazario y el astro Ricky Martin, respectivamente.
De la compilación escuchamos “Como Me Acuerdo”, “Cruzando Puertas”, “Casi Un Bolero”, “Cuándo Pasará”: preferidas y aprendidas cuando audicionó para el grupo Menudo, del cual fue integrante. También cantó “Mis Amigos”, presentada por primera vez públicamente.
De “Penélope” se mostró en pantalla gigante un recuento animado que arrancó aplausos al público joven adulto que coreó gran parte de las veintitrés canciones, entre estas, “Casi Una Diosa” y “Roto Por Ti”.
Por su parte, en el clásico universal de Leonard Cohen, “Hallelujah”, nuevamente se apreció a un sentimental Draco, que junto a “Reza Por Mí”, fueron de las más ovacionadas en el transcurso de “Lo Sagrado”. Sin embargo, su interpretación de “Esto Es Vida”, fue el punto culminante del concierto de un tema esperado y al unísono vocalizado.
También, el hábil músico cantó en inglés, números como: “Mí Eyes Adore You”, “Solitary Man” y “Its Our Time”, en la que tocó el banyo, instrumento de seis cuerdas.
El público puesto de pie durante sus últimas trovas, “Amores De Mi Calle” y “Obra De Arte”, aclamó al intérprete, que se manifestó con cierta espiritualidad. En “Lo Sagrado”, sin pronunciarse patriótico, el caficultor de padres puertorriqueños, demostró su amor por la Isla. De modo que omo parte de su “lista de deseos”, vino a vivir a su hacienda en Utuado, lugar que puso a disposición de sus seguidores.
El autor de “La Bomba” presentó una esmerada producción, no solo por la selección de canciones, sino también por la escenografía. En una esquina del escenario aguardaba una escultura del hidalgo Don Quijote sobre su Rocinante. El ambiente dispuso, entre otros, del sofisticado sistema de luces que transformaban el color de las elegantes cortinas que acicalaban el telón.
Además, cumplieron su cometido la proyección de creativos vídeos para recrear cada tema, en los que algunos contenían la figura de Draco con ciertos efectos. A su vez, la bailarina que danzó entre telas colgadas, cual acróbata.
“Este tema me representa muy bien”, comentó sobre la trova “Paraíso Prometido”, mientras “arboles caminantes” abrían paso entre el público para subir a tarima.
En el escenario igualmente observamos al artista disfrutándose la música, bailando en varias ocasiones y comprometido con la vida. De tal modo, que cerró la velada con un tema cuya letra contrastó con “Blanca Mujer”, en la que plasma una conversación con la muerte.
En “Quiero Vivir”, como afirma el título, asistido de un emotivo vídeo de escenas cotidianas de su vida, Draco se mostró libre y pacífico en el entorno de su jaragual, junto a su familia.
“Buenas noches, mi gente”, se despidió el artista de 48 años que echó palomas blancas a volar, concluyendo “Lo Sagrado” poco antes de la medianoche.
Lo Maldito
Es el otro lado, o la otra cara del espectáculo que los fanáticos disfrutarián el sábado 2 de septiembre en el mismo lugar. En ese espacio, el cantautor brindaría canciones conocidas de su estilo rock y nuevos temas.
Por: Ana H. Peña
(Fotos: David Díaz)