01/05/17 – JAIME Espinal se enfrenta a la lucha más importante: la búsqueda de la medalla en una paternidad comprometida. Y esto, con la llegada de su primogénita Joy Espinal Valencia, habida en su matrimonio con la también luchadora olímpica Alma Jane Valencia.
La nena nacida ayer 31 de mayo en el Hospital Auxilio Mutuo, será presentada mañana a los medios de comunicación locales.
“Hace días que esperamos este momento porque ya hemos llegado a los nueve meses. Alma ya tiene dificultad para dormir y yo experimento un gran deseo de tener a mi bebé en brazos”, dijo Jaime a Helda Hoy a días del alumbramiento, en el estudio de televisión de WIPR (Canal 6), durante la transmisión de “Vive Tu Nite” producido por People Televisión.
Faltando poco para este evento personal, el luchador dominicano que representa a Puerto Rico internacionalmente, admitió que “tengo ansiedad… pero lo normal porque soy muy alegre y positivo”.
La pareja se relaciona mayormente con personas que comparten la lucha libre “que es un grupo bien pequeño”, pero ahora se disponen a ampliar el círculo de amigos que ya tienen hijos y con los cuales han comenzado a comunicarse.
“Ese es el grupo avanzado – menciona riendo – Es una dinámica totalmente diferente. Ahora nos toca cuidar a los hijos de alguien y que alguien nos cuide a los de nosotros.
Los jóvenes de 27 y 32 respectivamente, aspiran a competir en las próximas olimpiadas, pero antes “mis planes son ir a los Centroamericanos y luego a los Panamericanos”. (“Todavía no sabemos si Alma va a competir por Puerto Rico o por México… Será por el país que la quiera y la pueda ayudar. La vida va a ser más complicada porque los dos vamos a estar entrenando”, indica Jaime, quien en lo sucesivo tendrá a su cargo un segmento de diez minutos en “Vive Tu Nite”).
Al cuestionarle si juega o practica lucha libre con su esposa, responde que “no lo hacemos”. (“Es un deporte que nos prepara para ser rudos. No vería divertido jugar de manos con ella. Es algo que la disciplina nos enseñó. Quizás podría competir en otro tipo de juego como lo es el tae kwon do”, dice).
Los exponentes de la lucha libre formalizaron su noviazgo a finales del 2014, tras haberse conocido en las pasadas olimpiadas. La distancia, ella en México; y él en Puerto Rico, los motivó a tomar la decisión de legalizar la unión romántica.
“Los muchachos del equipo le hablaban muy bien de mí”, recuerdo Jaime para añadir que la diferencia cultural estriba básicamente en el machismo mexicano.
Por ejemplo, ella se sorprendía que “en lugar de sentarme a ver televisión mientras preparaba los alimentos, yo me fuera a la cocina a conversar y a acompañarla”. (“Ha aprendido a hacer comida criolla porque el menú mexicano… no es como que a mí me mata. Uno que otro taco, sí”, nos cuenta el nuevo papá).
Por Helda Ribera Chevremont
(Fotos: Orriola)