17/16/16 – CUANDO se cuenta con letras para dar voz a las inquietudes de una generación, germinan mensajes imperecederos. Quizás por eso, a pesar de que han transcurrido más de veinte años desde que los hermanos Pedro y Jorge Arraiza, Ricky Laureano y Tito Auger 
conformaron el conjunto Fiel a la Vega, sus melodías continúan siendo pertinentes. Se anidaron en causas de amor, justicia y paz. Se trata de canciones que se anclan en la solidaridad, la movilización pacífica (que no es otra cosa que una vertiente más de lo que es la rebeldía) y en que debemos responsabilizarnos por el futuro de nuestro País.
De modo que si en décadas pasadas la banda 
criticaba musicalmente la corrupción política, las redes de los poderes hegemónicos o acaso la imposición de impuestos sin ponderación, Fiel a la Vega 
nos hizo recordar el sábado muchas de esas mismas causas y conflictos, aunque por medio de otros acontecimientos. Digamos, la imposición de la Junta de Control Fiscal o la falta de idoneidad de varios candidatos a puestos electivos. Lo cierto es que lo que interpreta este cuarteto, compuesto por dos vegalteños y dos vegabajeños (los Arraiza), sigue tan vigente hoy como lo estuvo hace cuatro lustros. Así se puso de relieve en el espectáculo “20 Años Después” que tuvo lugar en un abarrotado Coliseo José Miguel Agrelot.
El recital abrió con “Evolución y Revolución” y siguió con “El Sol De Margara”, bajo un juego de luces malva y turquesa. El solo del guitarrista Ricky deleitó al público que disfrutó de “Con Cada Amanecer”.
“Saludos gente. ¡Qué espectacular! Muchas gracias (por venir). No se nos desesperen que vamos a estar aquí un buen rato”, expresó Laureano.
La voz principal del grupo, Tito Auger, luego de reiterar que “es un gusto verlos”, 
inició los primeros acordes de “Turísticamente Bien”, que contó con una proyección de triángulos que aparentaban ser tridimensionales. Esta fue la primera interpretación coreada por el grueso de la concurrencia. Acababan de calentar los motores con este tema, que produjo uno de los grandes solos de Ricky Laureano.
“La Prosperidad”, cuya letra se proyectó sobre una pantalla negra, también mostró imágenes noticiosas de manifestaciones en clave de “No A La Esclavitud Colonial” y “No A La Junta De Control Fiscal”. El vídeo también incluyó a héroes deportivos y por lo tanto, emblemáticos de nuestro orgullo nacional: Mónica Puig, Miguel Cotto y Tito Trinidad, así como al dramaturgo Lin Manuel Miranda, entre muchos otros. También enseñó al Puerto Rico de hace más de medio siglo.
Luego de que Jorge saludara tan calurosa como específicamente a su hermana Carmen y demás familiares, Laureano dio paso a lo que llamó “la canción romántica de la noche”: “Encontrarte Es Una Historia”.
“Cuando la oigan no me pidan en matrimonio por favor, que las estadísticas dicen que el por ciento de sobrevivientes es bajo… cuando se hace una propuesta en público”, bromeó el músico que paró en seco su interpretación (incluyendo el acompañamiento musical) para que las voces de la concurrencia arroparan como un alud las instalaciones del Choliseo.
Aunque los cuatro integrantes del grupo lucían cómodos en el escenario, fue el bajista Jorge Arraiza el que se mostró como si estuviera “en la sala de su casa”. Continuó con los saludos, dirigiendo uno especial a su hija Ariana, a quien le preguntó: “¿Hiciste las asignaciones?”. De hecho, durante toda la noche reinó la espontaneidad de los músicos, que pusieron de relieve no seguir libreto alguno.
Con Francisco González al piano interpretaron “La Prosperidad”, en el marco de tres pantallas exhibiendo imágenes de la antigua Commonwealth Oil Refining Componay (la CORCO) en 1973 y algunas fotografías sobre la primera administración del entonces gobernador Rafael Hernández Colón (1973-77).
Tito Auger agradeció los “muchos y hermosos mensajes que hemos recibido durante estas últimas semanas, que han sido bien intensas”, antes de entonar “Quisiera Ser”, a la que siguieron “Elipsis De Una Fuga” (una de las más calurosamente recibidas) y “Memorias De La Plaza” (de nuevo con González al piano). Jorge Arraiza aprovechó el momento para explicar cómo se conformó la selección de temas.
“Lo hicimos cronológicamente, desde lo más reciente hacia lo más viejo. Así que lo que viene por ahí son ¡palos, palos, palos, palos!”, expresó refiriéndose a los éxitos que nutrirían el resto de la agenda musical.
“¿Verdad que sí, Tito?”, agregó, dando a entender que esto fue tema de discusión durante los preparativos del recital. Por lo menos, dio la impresión de tratarse de un gran chiste interno (inside joke).
“Canción En La Arena” probó que sigue siendo una de las favoritas de los seguidores de Fiel a la Vega. El entusiasmo que generó esta interpretación dio paso a un cambio de tono, cuando un dejo de pesadumbre se apoderó del recinto con esa canción que reitera que “no todo lo que tiene un precio se vende”. Es decir, “CVND” y “El Panal” (coreada de pie) siguió a “Septiembre Río Piedras” y a una de las más aplaudidas de la velada: “Bla, Bla, Bla”. No era para menos. Los visuales de políticos, las instalaciones del Capitolio y las referencias a los impuestos, fueron suficiente como para alebrestar a las huestes.
Pero posiblemente uno de los momentos más emotivos surgió cuando Fiel a la Vega nos golpeó la memoria con “Canción Para Vieques”. Complementó la interpretación con el conmovedor vídeo que recogía la imagen de David Sanes y la de los protagonistas del colosal movimiento de desobediencia civil para la salida de la Marina estadounidense, que detonó la muerte de este militar.
El cantautor cubano Silvio Rodríguez tuvo su momento de gloria en las voces de la banda boricua, en una de las mejores entregas de la noche: “Ojalá”. Acto seguido, Tito y Ricky agarraron sus respectivas guitarras españolas para interpretar “La Fábula De Los Tres Hermanos” y luego, “Buscando Guayaba” de Rubén Blades, cuyo solo de guitarra acústica, a cargo de Ricky Laureano, sobresalió.
“De Mi Casa y Mi Viento” precedió a “Un Pueblo Durmiendo”, que la gente cantó a boca de jarro, brincoteando más que los propios “Fieles”. El público se encontraba enardecido cuando Jorge invitó al escenario a Víctor Manuel “Papo” Román para tomar a su cargo parte de la percusión que lideró Pedro Arraiza. Su hermano Jorge, presentó a Román con el júbilo que se le da la bienvenida a un viejo y gran amigo. Después de todo, el bongosero acompañó a Fiel a la Vega durante una década. Su magnífica participación le impartió cierta redondez a los temas que siguieron y posiblemente no hubiera estado de más, incorporarlo a otras melodías.
El punto culminante de la noche se nutrió en gran medida de “Las Flores De Emilio” y los mega éxitos “Salimos De Aquí” y “El Wanabí”.
“Las canciones que hemos escrito e interpretado son honestas: melodías que salen del corazón. En el camino, aprendimos de muchos maestros. Son artistas que han influenciado nuestra carrera. Uno de ellos es…Roy Brown”, manifestó Augusto Auger, para invitar a escena al exintegrante de “Aires Bucaneros”, con quien Tito colaboró en el disco “Que Vaya Bien”, a lanzarse el mes próximo. Así pues, la emoción, el 
orgullo nacional y el compromiso con la patria afloraron en miles de gargantas, vía “Boricua En La Luna”.
Luego del falso final, Fiel a la Vega regresó al escenario para cantar ese tema imperecedero que de cuya letra todos tenemos algo por dentro: “Una Plegaria Más” (“Padre Nuestro”). Esta melodía, aderezada por imágenes de Héctor Lavoe, Ismael Rivera, Jacobo Morales y su esposa Blanca Eró; Denisse Quiñones, Roberto Clemente y otras personalidades del patio, logró machacar en nuestras mentes la importancia de “morir de pie”.
Aún envueltos por el manto de la melancolía, se regresó al ámbito del entusiasmo cuando Tito Auger vociferó:
“¡Viene, viene, ¿dónde está la estáminaaaaaa?!”, a lo que la concurrencia respondió con alegres alaridos.
Fue entonces que Jorge Arraiza aprovechó para presentar el tema que le daría cierre definitivo al espectáculo.
“Les pido que se aplaudan y que entiendan esta canción, porque yo soy hoy el mensajero que le trae un mensaje para ver si el mensaje llega, como debe llegar el mensaje”, solicitó en clara alusión a un anuncio de la campaña electoral del candidato del PNP, Ricky Rosselló.
Las risas mezcladas con dosis masivas de abucheo (al aspirante a la gobernación) se solaparon con los primeros acordes de “Los Súper Héroes”. Durante un momento de la interpretación, Tito Auger y Ricky Laureano pidieron al público que entonara una frase, haciendo una pausa en la frase melódica. Al corroborar que la audiencia no seguía las instrucciones al pie de la letra, Auger bromeó:
“Esto es un proceso fuchina lento con cojones. En 10 años más, tenemos lista esta pendejá”, comentó.
Finalmente, la banda boricua logró lo que deseaba de su público. Auger coronó la noche motivando a los asistentes a “ayudarnos más, querernos más porque… ¡Vamos pal ante puñetaaa!”. Con este grito de guerra, finalizó la presentación de casi cuatro horas que pasaron volando, al compás de los aplausos de los que colmaron el formato amplio del Choliseo y que probaron a estos “Fieles” que su fidelidad, aguanta veinte años más (por lo menos).
Por Nancy Piñero Vega
(Fotos: David Díaz)