21/08//16 – AYER sábado todos los fanáticos de Mónica Puig avanzaban desde tempranas horas de la tarde para apostarse tras las vallas de seguridad del área destinada en el aeropuerto Luis Muñoz Marín para verla llegar, gritar su nombre y entonar estribillos alusivos a su gesta como toda una reina de oro. La medallista olímpica que hizo ondear nuestra bandera en Río quiso llegar a Puerto Rico en avanzada, aunque solicitó que no se le tributara reconocimiento de masivo hasta que no llegara el resto de la delegación atlética puertorriqueña.
Sin embargo, los boricuas ejecutan a cabalidad folklóricas y vistosas bienvenidas a todos aquellos que admiramos y nos enaltecen como pueblo. Basta recordar las caravanas organizadas a nuestras Miss Universo y a nuestro grandes campeones en el boxeo desde desde la llegada de estos al aeropuerto, hacia la avenida Baldorioty de Castro, San Juan y a lo largo del expreso Luis A. Ferrer.
De ahí a los vítores pronunciando el nombre de “Mónica, Mónica, Mónica” y el sonsonete de “Mónica cómo pica no hay quien pueda con la boricua”; niños, 
jóvenes y adultos enarbolando la monoestrellada, pancartas, recortes de periódicos con su foto en la portada y el sonar de los panderos, alborotara la llegada de la alegre #picapuig. ¡Y ni hablar del festivo y alborotado espectáculo con el que se encontró Mónica durante su traslado al Hotel Caribe Hilton que la obligó a asomar por la ventana de la capota de la guagua en la que viajaba para saludar y lanzar besos al aire! Una actividad callejera improvisada para la cual no se planificó logística alguna porque no estaba en la agenda ni de Fortaleza ni del Comité Olímpico de Puerto Rico para este día en específico.
Las tomas de cadenas de televisión transmitiendo en directo desde captaron a Mónica aplaudiendo sentada en la cabina al lado del piloto minutos antes de aterrizar a las 5:20 de la tarde. Acto seguido, sus imágenes saludando desde la puerta del avión se multiplicaron a través de las cámaras de los fotógrafos, fotoperiodistas, cámaras de televisión, cámaras fotográficas y celulares para las redes sociales, eran vistas en Puerto Rico, América Latina y el hemisferio occidental en agradecimiento a su gesta histórica.
El gobernador Alejandro García Padilla y su esposa Wilma Pastrana la esperaban al pie de la escalera.
“Estoy contenta y feliz de estar en Puerto Rico de nuevo. Ahora a disfrutar. Ahora viene lo bueno. Es increíble”, dijo la tenista – luciendo una camiseta con los colores de la bandera, un pantalón blanco y unas sandalias con cordones en cuero amarrados al tobillo – que llegó acompañada de sus padres, el ingeniero José Puig y su esposa Astrid Puig Marchán, el entrenador y su equipo de trabajo.
“Si tuviera que utilizar una sola palabra donde tratáramos de condensar todo lo que el País ha sentido por ella, sería la palabra <<Gracias>>. Pero no encierra suficiente de lo que sentimos. El día 13 de agosto de 2016 es un día que va a pasar a la historia de Puerto Rico”, exclamó luego el gobernado Alejandro García Padilla durante su mensaje en el Salón de los Gobernadores en el aeropuerto, abarrotado de periodistas de medios televisivos, radiales, impresos, dignatarios del Comité Olímpico de Puerto Rico, invitados especiales y funcionarios del Estado Libre Asociado.
El Primer Ejecutivo subrayó y rememoró cuando aquella noche de agosto “cientos de millones de personas en el mundo guardaron silencio solemne mientras escuchaban, por primera vez en sus vidas, el himno de una nación pequeña, pero determinada, mientras la hermosa bandera de esa nación alcanzaba nuevas cumbres”. (“Y mientras tú, la joven que contra todo pronóstico hizo todas esas cosas posibles, derramabas (Mónica) junto a tu pueblo, lágrimas de amor patrio”, dijo sobre la joven de 22 años).
Las tan esperadas expresiones de Mónica al llegar al podio fueron en agradecimiento a Puerto Rico.
“Muchísimas gracias por todo el apoyo que me han dado durante estas Olimpiadas. Gracias al Gobierno de Puerto Rico, al DRD (Departamento de Recreación y Deportes), al Comité Olímpico y a la Federación de Tenis de Puerto Rico por todo el apoyo que me han dado desde que empecé a jugar al tenis. Ha sido un sueño para mí”, apunto esta estrella del tenis que prometió “seguir representando a Puerto Rico con el mismo orgullo en cada torneo, cada evento”.
“Esta medalla es para ti, Puerto Rico”, reiteró.
Helda Ribera-Chevremont
(Fotos: Chery Viruet)
Video Cortesía Diana Alejandrino