11/08/16 – HAN pasado 20 años desde el trágico asesinato de Lucas Armando Guerra Valle. Pero para Sharon Riley “es como si mi corazón latiera con un pedacito menos”. Su compañero sentimental por más de 18 años fue asesinado en la madrugada del 2 de junio de 1996 como consecuencia de un aparente frustrado carjacking, justo en el momento en que llegaba a su casa, luego de haber llevado a Sharon y a su hija Sylvia a la residencia de estas. Esa noche la actriz había participado de una de las funciones de “A $2.50 el Cuba Libre”.
“No me he vuelto a enamorar desde el siglo pasado. Desde que murió Lucas no he tenido a nadie a mi lado. Pero está bien. Ya viví el amor que deseaba vivir. Y fue con él”, expresa a Helda Hoy refiriéndose al entonces también candidato a asambleísta por el Partido Independentista y representante de ventas para la empresa Ventura Rodríguez.
Sharon, quien se encuentra en Puerto Rico como parte del elenco de la obra “Entre Amigas” y radica en Orlando desde hace 21 años, enfatiza en que “es algo que dura para toda la vida… el dolor está ahí, en calma”. (“Hay días que lo recuerdo más. Hay días que lo recuerdo menos. Si escucho alguna canción, por ejemplo… Si hay algo que yo esté haciendo que sé que a él le gustaba. También los viajes que tanto le encantaban y escuchar óperas. Es como si hubiese un vacío en el alma. Fue una pérdida en circunstancias muy dramáticas. Entonces una no se prepara mentalmente. No hubo un periodo de enfermedad de esos que nos permite hacer una pausa. Fue como que lo vi ahora y ya de momento no estaba. Reconciliar eso cuesta”, rememora).
Sharon y Lucas pasaron de una amistad a una relación amorosa formal, seria, sólida y sacrificada. Se conocieron cuando la artista llevaba a cabo una de las terapias de 24 horas en su casa para la rehabilitación de su hija Sylvia Pérez. Lucas fue uno de los que se ofreció a cooperar en el tratamiento de la nena.
Por Helda Ribera-Chevremont