23/07/16 – LOS flamboyanes, las montañas, su familia y sus entrañables amigas de juventud. Todos estos elementos son los que siempre añora Sharon Riley en la distancia. Pero ahora, con su participación en la obra “Entre Amigas”, a partir del 29 de julio en Bellas Artes de Santurce, “podre agarrar carretera para satisfacer este bajón que tengo”.
Radicada en Orlando desde hace 21 años, la retirada actriz optó por mudarse a esa ciudad, no solo por la crisis de trabajo que en ese entonces ya afectaba a la clase artística, sino para contar con una mayor calidad de vida para su hija impedida.
Pero Sharon, quien en abril de 1992 se graduó de enfermera práctica y laboró en el Dispensario de Cataño con envejecientes impedidos, “trabajé por 15 años como asistente de maestra en el Orange County Public School”. (“Por espacio de otros seis años fui acompañante de un joven con síndrome down que mañana lunes cumple sus 20 años. Ya somos como familia. Es un niño adorable, un gringuito. Vamos al cine y a diversas actividades. Cuando empecé con él en sexto grado tenía muchos problemas de comportamiento, pero lo saqué adelante porque de inmediato hicimos un click. La familia no lo podía creer. Es el varón que nunca tuve”, explica la veterana actriz hija de la cantautora Sylvia Rexach).
En cuanto a su hija Sylvia, quien ya tiene 42 años, Sharon se refiere a ella como “mi roommate”, luego de vivir varios años separadas. Madre e hija se despidieron temporeramente en 1998 porque esta última se quedaría interna en Deland, compartiendo una vivienda con otras cinco jóvenes adultas con sus mismas necesidades y una persona que las supervisaba. La actriz que se mudó a Lake Mary, una ciudad muy cerca de Orlando la buscaba para pasar juntas el fin de semana y la regresaba cada domingo a su nuevo hogar.
En este proceso de transición Sylvia iba adquiriendo cada día mayor independencia y madurez para valerse por sí misma. Muchos recordarán la prolongada batalla que sostuvo Sharon en los tribunales tras demandar a los medios y al hospital donde se produjo el alumbramiento de su hija el 18 de marzo de 1974 y que, a la postre, ganó. La nena nena aspiró mecomio al no practicársele a tiempo la cesárea y utilizaron 3 tipos de fórceps al nacer, lo que provocaría daños cerebrales permanentes de por vida.
“Los costos han subido tanto que es mejor estar juntas. Es mi compañera de toda la vida… Es bastante independiente. Solo la entro al baño y se baña sola. Cuando trabajaba en el sistema tenía una persona que la acompañaba dos veces al día. Su papá que vive en Orlando comparte mucho con ella”, cuenta a Helda Hoy, al tiempo que llegan a nuestra memoria las maratónicas terapias de 24 horas cuando sus amistades llegaban hasta su casa para relevar a Sharon en sus cansancios.
Los avances físicos de la nena, además de las operaciones a las cuales se sometió en los Estados Unidos, se vieron logrados en el Centro Margarita, institución para la cual Sharon realizó dos exitosos conciertos anuales. En esa época la mayor parte de los artistas de Puerto Rico pasó por aquella tarima instalada en el Coliseo Roberto Clemente.
Reconfortante
En “Entre Amigas”, dirigida por Emineh de Lourdes, Sharon encarna a “Nina”, una mujer que se ha dedicado por completo a sus hijos y a su esposo. La reunión con sus viejas amigas y colegas es necesaria porque la reconforta y la llena de alegría. Durante su estancia en Puerto Rico “ocupo un apartamento que me facilita la producción”. Además de las funciones en Bellas Artes de Santurce, la obra se presenta el 20 de agosto en el Teatro Yagüez de Mayagüez y el 17 de septiembre en el Teatro La Perla de Ponce.
Por Helda Ribera-Chevremont
(Foots: Carlos Pagán Mediavilla)