15/02/16 – AL escucharlas, daba la impresión de que arribarían al escenario con chaquetas grandotas, pollinas elevadas por dosis industriales de aerosol, colosales hombreras y lazos de túl. Y es que suenan exactamente como lo hicieron hace tres décadas: cuando las hermanas Isabel y Mayte Lascuráin unieron sus poderosas gargantas de la de su amiga-casi-prima Fernanda Meade, para conformar al imperecedero trío Pandora.
Pero no transcurría el 1985, no las acababa de apadrinar don Pedro Vargas, ni paseábamos por la ciudad de México. Nos encontrábamos justo en Santurce, en el Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré, a pesar de que parecíamos pasajeros de la máquina del tiempo y de lo vivido en años de mocedad.
Pandora comenzó su espectáculo de dos horas y media, en la tarde de San Valentín, con “El Cielo es Mío” cuya interpretación se inició tras bastidores hasta traerlas a un escenario con varios niveles y los músicos apostados en grandes cuadrados que asemejaban jaulas. Bajo una pantalla cuyo fondo negro hacía destacar brillantes colores y varios pares de guantes blancos (con un transuntillo del Teatro Negro de Praga), las mexicanas siguieron con el primero de los muchos popurrís que nutrirían el encuentro: “En Carne Viva y Mi Hombre”. A esa selección siguió “Matándome Suavemente”: versión al español de “Killing Me Softy” que popularizara en dúo Captain N’ Tenille, durante la década del 70.
Después de un caluroso saludo en el que las chicas aseguraron que echaban de menos a Puerto Rico, Mayte expresó que «los necesitábamos por tanto amor que nos han demostrado durante treinta años”. (“Este es un ‘show’ especial porque con él, hemos vuelto a ustedes», insistieron).
Fue con la mancuerna conformada por “Como Una Mariposa” y “No Puedo Dejar de Pensar en Tí” que los motores de la audiencia calentaron para ya nunca marchar atrás. Esto, mientras al fondo se mostraban tenues imágenes del vídeoclip que dirigió Pedro Torres, de este segundo tema. Al popurrí de éxitos de su paisano Emmanuel siguió un estreno: de “La Otra Mujer”. Pandora continuó con “Frente a Frente” del puertorriqueño Javier Díaz, quien se encontraba en la sala.
La primera ovación de la noche se la ganó “Solo Él y Yo”. Y es que aunque el conjunto interpretó impecablemente durante toda la presentación, fue en esta melodía del nicaragüense Hernando Zúñiga, que la característica armonía de voces de Pandora gozó de uno de los momentos más brillantes del concierto.
Isabel, Mayte y Fernanda dedicaron “Con Tu Amor” (una de las tantas de Juan Gabriel que entonarían durante el concierto) a Borinquen, bajando una bandera de nuestro País para terminar la melodía en una nota jubilosa y emocionante.
Con posterioridad, hicieron un alto para promocionar su más reciente disco: “Pandora 30”, con el que celebra tres décadas en la palestra 
artística y que da pie a la gira de conciertos “Pandora al Cubo Tour” (que culminará en el Auditorio Nacional de México).
«Lo pueden adquirir por Internet, vía iTunes, porque no sé qué les ocurre a las disqueras que ya no les gustan los discos (físicos)», criticó jocosamente Isabel.
Las breves versiones de las baladas “Todavía”, “Después de Ti No Hay Nada”, “Ojalá”, “Cinco Minutos y Horas”, precedieron a “Sin Él”, de Marco Antonio Solís y a las canciones que Fernanda popularizó durante el lapso que estuvo fuera de la agrupación. Sobresalió particularmente en “Una Historia sin Miedo” pues le sirvió para demostrar su incuestionable poderío vocal.
Luego de que Isabel interpretara uno de los primeros éxitos de Yuri, 
“Maldita Primavera”, el trío se reencontró para obtener uno de los más calurosos aplausos de la noche.
«Las que hemos pasado por esto, cantamos esta canción con tristeza. Pero les aseguro que todo pasa, todo», aseveró Mayte antes de la pieza “Alguien Llena mi Lugar”:, otro de los éxitos que le ha dado a Pandora, Hernaldo Zúñiga.
“Demasiado Cielo”, “Maldita Sea” y la emblemática canción al cariño maternal, “Amor Eterno” (de Juan Gabriel) dieron paso a un cambio brusco de tónica con otras selecciones del divo de Juárez. Naturalmente, “El Noa Noa” fue el pretexto perfecto para establecer la clásica batalla entre diversas áreas de la Sala de Festivales, con dos equipos: los Boricuas (de Fernanda) y los Jibaritos (de Isabel). 
Entre bailes, gritos y relajos, Pandora dio paso a uno de los instantes de los que sólo pueden salir airosos los verdaderos talentos musicales: «la hora de las complacencias».
Así pues, Pandora se dedicó a recoger peticiones del público y entonarlas por trozos, a veces a capella y en ocasiones, con leve instrumentación o como se pudiera. El asunto es que esta coyuntura se convirtió en oportunidad para escuchar lo no programado: “Rota”, “Amor Amor”,”Ni Tú, Ni Yo”, “Tocando Fondo” y “Ella Se Llenó de Amor” y “La Usurpadora”, entre otras.
El mega éxito (también de Zúñiga), “¿Cómo Te Va Mi Amor?” provocó lo esperado: ¡una ovación y cientos de gargantas poseídas en el coro de esta melodía dedicada a los amores del pasado!
Pandora regresó en un encore dedicado a más de la amplia progenie musical de Juan Gabriel, para culminar un recital repleto de calidad vocal, simpatía y los recuerdos de aquellos que nos reiteramos en que la mejor música vio la luz en los años ochenta. Calidad interpretativa como la de Pandora, lo reitera a golpe de talento. Que se repita.
Por Nancy Piñero Vega
(Fotos” Teresa Orriola)