03/02/16 – SABIENDO que Gilberto Santa Rosa es un salsero al que le fascina tomar café, y para aquella época, según manifestó, ingería siete tacitas al día, la entonces gobernadora Sila María Calderón lo convidó a desayunar aquel agosto de 2002 para degustar ese humeante elixir, bien cargadito, como a él le gusta.
El intérprete nos comentó que se sintió algo nervioso pues los asuntos protocolares resultaban muy rígidos. Sin embargo, su encuentro con la exPrimera Ejecutiva se convirtió en un intercambio de ideas dentro de un ambiente relajado.
En un gesto de cortesía, El Caballero de la Salsa le hizo entrega de su discografía. En reciprocidad, ella le obsequió con un juego de tazas con un diseño de los granos de café. Y durante la charla le confesó que “soy una salsera que baila muy bueno”.
Gilberto aprovechó para anticipar que no pretendía lanzarse a la política y que este representaba su segundo encuentro con una mujer mandataria. El primero fue con la entonces presidenta de Panamá, Mireya Moscos, quien dicho sea de paso es amiga de Sila María.
“La presidencia de una mujer siempre es…”, comentó el artista, dejando inconclusa la frase, a la que la ejecutiva le puso punto con las palabras “determinante”.