27/11/15 – ÉL quiso «tener un millón de amigos y así más fuerte poder cantar». Y lo ha logrado. A lo largo de una trayectoria artística que inició en los años sesenta y se estableció definitivamente durante la década siguiente, el brasileño más internacional de la canción romántica y el pop (en su versión más tradicional), demostró por qué en su tierra le apodan «el rey» y las razones que respaldan una carrera que continúa tan sólida como vigente.
Roberto Carlos arribó al escenario ataviado con un traje blanco y una camisa azul de estampado floral, para tomar su típico micrófono inclinado. ¿Su equipaje? Un majestuoso banquete de éxitos que se sucedían y que el público reconocía al cabo de los primeros acordes. No es de extrañar pues, que el proveniente del estado de Espíritu Santo haya vendido más de un centenar de millones de discos en el mundo. Se dice fácil, pero no lo es.
La noche abrió con un popurrí instrumental de los éxitos del cantautor, para dar paso a «Emociones». Durante su saludo a la concurrencia, confesó que él era «más de cantar que de hablar».
Y añadió:
«Gracias por estar aquí en el Coliseo de Puerto Rico y por tantas cosas maravillosas que siempre he recibido de ustedes, creo que desde que nací…y no necesitan decirme que hace mucho tiempo de eso».
Ese fue el primer comentario jocoso de los que hilarían la velada cimentada en su voz melancólica y suave con ese timbre inconfundible que permite identificar a Roberto Carlos con extrema facilidad. Y es que el creador de «Cóncavo Y Convexo» conserva su instrumento vocal como en los mejores tiempos.
«¿Qué Será De Tí?» fue recibida con gran emoción al igual que «Cama Y Mesa». Antes de entonar la emblemática «Detalles» (posiblemente una de las más ovacionadas de la noche), Roberto Carlos explicó que el recital se nutría esencialmente de la oferta que figura en su más reciente disco titulado «Primera Fila».
«Lo grabamos en los estudios Abbey Road, lo cual fue muy emocionante para mí porque perteneció a Los Beatles. Escogimos grandes temas que se trabajaron con nuevos arreglos. Algunos me chocaron, otros me asustaron y unos los encontré radicales, pero todos maravillosos», indicó sobre el disco grabado en español y en portugués.
Bromeó con la letra de la famosa «Desahogo» al señalar que «al final la cosa funciona cuando ellas (las mujeres) quieren. Si no, no vale la pena luchar».
Durante toda la presentación, el brasileño destacó la impecable intervención de la orquesta que le acompañó durante su recital, efectuado en el formato pequeño del Choliseo. Dirigidos por Tim Mitchell, la sección de violines contó con una participación sobresaliente durante uno de los instantes más conmovedores de la noche: la interpretación de «Lady Laura» (tema dedicado a su progenitora).
«Es una canción que compuse con mucha alegría. Ya no es la misma alegría. Incluso el amor no es igual…porque ahora es más grande», confesó sobre su madre ya fallecida.
Luego de entonar «Mujer Pequeña», el compositor confesó que había cometido «el atrevimiento» de acudir a grabar en el «templo de Los Beatles» (el estudio Abbey Road, en Londres).
«Luego de escuchar a Paul McCartney cantar esto..me he atrevido a hacerlo…y mi inglés no es el mejor», agregó antes de su versión de «And I Love Her» acogida calurosamente.
Entre risas fue recibida la próxima selección musical, luego de que el cantante explicara que su título encierra «una de las mayores verdades que jamás hice (dije) en una canción; porque todo es Ilegal, inmoral o engorda».
El reconocido artista alcanzó uno de los mejores momentos de la noche al explicar que en un momento de su carrera, se percató de que «ya había dicho todo lo que hay que decir del amor, pero llegué a la conclusión de que me faltaba hablar…de sexo». Ante la sonora respuesta del público, el intérprete sonrió y expresó con picardía:
«¡Qué buena reacción! Y es que las tres mejores 
cosas de la vida son en segundo lugar: sexo; en primer lugar, sexo con amor y en tercer lugar, un buen helado: esa es la secuencia perfecta».
Acto seguido, la concurrencia entonó junto a él la romántica «Yo Te Propongo».
El suramericano explicó que, siendo un veinteañero, ganó con «Canzone Per Te» el Festival de San Remo con una melodía que no perfilaba como la favorita.
«Acudí nuevamente al festival con una canción que sí era la favorita, favorita y…no gané», recuerda.
Ni que le hubiera hecho falta. Roberto Carlos tuvo un éxito sin precedentes en toda América Latina, con la versión en español que lo llevó por segunda ocasión al festival musical italiano. Se hizo acompañar entonces de «una canción que jamás he entendido, porque nunca he visto un gato azul en la vida y mucho menos que esté volando en el cielo», expresó dando paso a “El Gato En La Oscuridad”, tema que fue aplaudido y coreado.
La «Persona del año 2015», de los recientes galardones Grammy Latino, presentó a los 19 integrantes de su banda, antes de elogiar al eterno Carlos Gardel, singular «en tiempos cuando no existían los recursos ni la tecnología de hoy». Entonces ofreció su interpretación de «El Día Que Me Quieras», seguido de «La Distancia», «Te Amo, Te Amo, Te Amo» y el supuesto cierre con la vivaracha y setentosa «Jesucristo».
Un falso mutis precedió a «Amada Amante» y una de las canciones más representativas del artista, “Amigo». Entonces, el público emocionado tras dos horas de presentación, coreó una versión extendida de «Un Millón De Amigos», cuya interpretación Roberto Carlos aderezó con docenas de rosas lanzadas al público antes de despedirse y poner de relieve que sigue siendo, uno de los eternos grandes.
Por Nancy Piñero
(Fotos: Terersa Orriola)