#tbt CORRÍA el 1970 y Julio Ángel Acevedo se convertía a pasos agigantados en el Ídolo de la Canción Juvenil, que era electo “El Cantante del Año” en el Festival de la Popularidad por un margen considerable. Los millones de votos que recibió “El Diamante” en aquel certamen fueron producto, sin duda, de una fanaticada bien organizada y entusiasta que hacía del muchacho un nuevo ídolo puertorriqueño.
Su estilo y calidad en la canción, así como su simpatía personal y humildad, lo convertían en el favorito de las mayorías…
Se distinguía entonces como un hombre hogareño, amante de su esposa Evelyn, quien además del primogénito Julito, hacían planes para encargar una nena.
“Como el mejor regalo que yo le pueda hacer a mi primera hija, le compondré una canción. Será la mejor de toda mi vida. Porque la estaré haciendo con el corazón”, decía entonces el eterno “Diamante”.
Por Helda Ribera-Chevremont