30/11/14 – CARLOS Vives no dejó de bailar y moverse durante su espectáculo en San Juan este fin de semana. Mantuvo a su público eufórico durante las poco más de dos horas de pura energía colombiana. Allí, en el Coliseo de Puerto Rico, acompañado de una banda de músicos y un extenso cuerpo de baile, el artista interpretó unas 15 canciones.
Los asistentes tuvieron como plato de embocadura a Los Cantores de Bayamón, a Planéalo y a Pirulo y su Tribu. Sin embargo, finalizada esta intervención como preámbulo al show, la espera se extendió hasta pasadas las 10:00 de la noche.
La velada de “Más+Corazón Profundo” inició con el descenso del artista noche hasta el centro de la tarima en un enorme corazón rojo para de inmediato interpretar “Mil Canciones”.
Desde ese instante, el ambiente festivo no tuvo fin. Los ritmos caribeños moldeados al estilo colombiano electrificaron a la masa. “Pa’Mayte” (con la presencia de zanqueros), “Canahuatera”, “Hijo del Vallenato”, “Alicia la Colorá” (dedicada al recién ingeniero de sonido puertorriqueño Coco Martínez) y “Déjame Entrar”, continuaron deleitando con el sabor del vallenato enmarcado en una deliciosa fiesta de luces y colores. Sonaron entonces los sonidos autóctonos de la flauta, la gaita, la caja africana, la güira y el acordeón.
En medio de la catarsis de emociones de sus fans, y recorriendo el escenario de una esquina a otra, el cantautor advirtió al público que cantara porque “no se oye nada”. De hecho, el acercamiento a los que estaban más accesibles a la tarima propició que muchos lo tocaran y hasta hubo quien le besó la mano.
Carlos continuó con el listado de éxitos que auditoría conocía: “Bailar Contigo” y “Fruta Fresca” con el coro masivo de “si, si, tu eres mi consentida que lo sepa todo el mundo”, junto a Los Cantores de Bayamón.
En esta última, al estilo de la trulla puertorriqueña, el cantante trajo a colación la época en que pasaba tiempo en Mayagüez (estando casado con Herlinda Gómez) y escuchaba los sonidos del campo y sus silencios. Y de cómo estando en la sierra colombiana se daba a la tarea de recrear a Puerto Rico…”y entonces escuchaba un aguinaldo”. (“¡Ponte de pie boricua, vamos a cantar!, vociferó).
Luego, y antes de despedir a Los Cantores, Carlos Vives les agradeció su presencia.
“Gracias por venir. ¡Viva la música de Puerto Rico! Muchas, muchas gracias por compartir con el mundo esta tradición. Por eso mis hijos cantan trullas navideñas”, dijo dando paso entonces a “Cómo Me Gusta Tu Cuerpo”, “La Tierra del Olvido” y “Ella Es Mi Fiesta”. En esta última hizo la salvedad de que “no me gusta nada, ¡nunca!, la canción que habla mal de la mujer”.
Carlos brincó a gusto y gana, mientras se disfrutaba sus interpretaciones, las respuestas del público que coreaba sus canciones y la presencia de muchos compatriotas suyos ataviados con los colores de la bandera: rojo, amarillo y azul.
En diversas ocasiones durante la noche, Carlos mencionó que si bien había invitado a su show a otros colegas, “todos tenían hoy un guiso”. Sin embargo, hasta allí llegó su “pana, pana y hermano” Glenn Monroing, quien fue recibido por la multitud con vítores y aplausos. El dúo vocalizo “La Foto de los Dos” y luego, entonaron “Causa Perdida”.
“Hemos despedido muchos años juntos. Nos conocemos de atrás, atrás”, declaró el colombiano.
“Su sangre es mi sangre”, agrego el boricua.
A la integración de la banda colombiana de hip hop Chocquibtown en los tema “Como Tu” y “Rock de Mi Pueblo”, le siguió “El Mar de Sus Ojos”, en el cual Carlos estuvo acompañado por el grupo de jóvenes.
Los seguidores que bailaban las coreografías grupales desde sus asientos y en los pasillos, recibieron con alegría “Volví a Nacer” y “Cuando Nos Volvamos a Encontrar”.
“¡Ay, Dios mío! ¡Acho, diantre, rayo”, exclamó el cantante a lo boricua antes de cerrar con broche de oro otra noche de pura energía colombiana.
Por Helda Ribera-Chevremont
Fotos: Pedro Ruidiaz