28/9/14 – Cuando Ana Gabriel pisó el escenario del Coliseo de Puerto Rico, dejó claramente establecido que su intención era ser puntual con el horario que debía haber dado comienzo el show. Porque la poca asistencia dilató el horario de apertura. Y lo que en un principio parecía ser un regaño para los que llegaron tarde al recinto, o sea, pasadas las 8:30 de la noche, luego se tradujo en un ameno cotorreo que duró de principio a fin.
Y este chiqui mangue aconteció en el saludo, luego de la interpretación de las primeras tres canciones: “Soy Cómo Quise Ser”, “Destino” y “No Te Hago Falta”. Entre su potente galillo, el impecable sistema de sonido y la calidad de los músicos, la noche prometía que todo iría fluyendo a perfección.
“Muchas gracias. ¡Cómo está Puerto Rico! Por lo regular los que más tarde llegan son los de la primera fila. Luego viene pasando el del hotdog. Después a mitad del show pasan los que van por la cerveza…”, comentaba a los espectadores que respondían con risas.
Ana Gabriel, con 40 años de trayectoria, hacía cinco años que no venía a la Isla. En esta ocasión, se comprometió a “dejar de ser artista para ser la mujer que canta, la novia, la amiga, la pareja de todos ustedes y cómplice como ser humano…Aflojen el cuerpo y vamos a ser felices”.
La vocalista que agradeció el cariño incondicional que siempre le han brindado los puertorriqueños, prosiguió con su selección de éxitos que incluyó un medley con “A Tu Lado”, “Soledad” y “Mar y Arena”. El auditorio en pleno, que aplaudía y cantaba, pidió entonces a la estrella mexicana que cantara “El Cigarrillo”.
“Esa no la voy a cantar. ¿Cuál otra canción aparte de esa?”, advirtió para hacerlos sufrir, consciente de que es un tema que no puede dejar de interpretar.
Acto seguido, el público coreó “Luna”, “Luna”, “Luna”, pero esta aclaró que “no soy nada tonta” (“La tengo para cuando llegue el final si es que me piden otra. Bueno, tengo que protegerme”, mencionó, pero de inmediato explicó que “todas las voy a cantar”).
Este pacto que se ganó más aplausos, continuó, precisamente, con “Pacto de Amor” (una fusión de merengue y bachata), seguido de otro cóctel de canciones, tales como “Cómo Olvidar”, “Ahora” y “Huelo a Soledad”.
Una bandera mexicana le fue entregada entonces a Ana Gabriel proveniente del público, lo que provocó su inmediata reacción.
“Si hubiese una bandera de aquí (de Puerto Rico)…que raro… ¿Trajeron una bandera?”, cuestionó.
Este emblema la inspiró para decir que “ahorita soy ciudadana puertorriqueña”. (“Me vuelvo de ustedes. Los aplausos pertenecen a una, pero en mi caso es más importante pisar la tierra y no irme nunca más. Soy de aquí en todos los instantes. Soy una puertorriqueña más”, enfatizo arrancando estruendosos aplausos.
El repertorio, a la par con su continua interacción con la audiencia, continuó con “A pesar de Todos” y la ranchera “Es Demasiado Tarde” acompañada de mariachis. Luego vocalizó otro medley con los temas “Mi Talismán”, “No Entendí” y “Hasta Que Te Conocí”. Sobre esta última composición, de la autoría de Juan Gabriel, dijo que “me ha dado la oportunidad de permanecer el corazón de todos”. En ese momento pidió bendiciones para sus colegas Juan Gabriel, Joan Sebastián y Vicente Fernández.
Fue en esta parte del espectáculo, que se produjo el anuncio de un posible retiro de los escenarios, tal y como había manifestado durante un concierto celebrado en Yucatán.
“Me gustaría retirarme con dignidad y dejarles el alma llena de música. Son 40 años viviendo con la vestimenta de Ana Gabriel. Cuarenta años que viajo por trabajo. Y dejo a mi madre y a mi hija. Quiero venir a Puerto Rico, caminar por San Juan, ir a los casinos, a turistear. Quiero recorrerlo todo como Maria Guadalupe”, expresó con sinceridad para de inmediato cantar a dúo con su corista el tema “Cosas Del Amor”, seguido de “Evidencias”, “Hice Bien Quererte”, “Y Aquí Estoy” y otromazo de cancionescomo: “Amor”, “Ni Un Roce” y “Ay, Amor”.
Ya en las postrimerías de la velada,“Luna”, “Quién Como Tú” y “Simplemente Amigos”, completaron la lista de canciones románticas. Pero antes de finalizar la noche agradeció a todos los que formaron parte de la producción nombrando los diferentes equipos y hasta se tomó un selfie, como ya es su costumbre. La multitud, lógicamente, no la dejo ir hasta que no respondiera a los reclamos de “otra, otra, otra”. Confiados, claro está, en que tal retiro no se produzca por buen tiempo.
Por Helda Ribera-Chevremont
Fotos: Pedro Ruidiaz