12/8/14 – EL activista Pedro Julio Serrano, ha publicado en las redes sociales el severo estado emocional por el cual atraviesa.
«Estoy en depresión. Lo reconozco al fin. El escribir estas líneas – por más fuerte que sea – es el primer paso para buscar ayuda.
El suicidio de Robin Williams me jamaqueó. Su muerte me hizo llorar, no porque lo conocía, ni porque me encantaba su carrera. Me hizo llorar – desconsoladamente – porque me puse en su lugar y porque no me había – tan siquiera – permitido llorar en todo este tiempo de tristeza.
Estar en el ojo público no es el glamour, ni el faranduleo que much@s piensan. Es una presión increíble sobre tus hombros: el que se te piense como «modelo», que tienes que ser perfecto.
De hecho, el que yo me desahogue aquí va a ser motivo de controversia y algun@s me verán como débil. Yo lo veo como muestra de fortaleza, pues no hay nada más poderoso que reconocerte y aspirar a ser.
No tengo trabajo. Renuncié al que tenía tras sufrir un infarto y tener miedo de que algo me pasara estando solo en NYC. Además, venía con una esperanza gigantesca de querer aportar al País – desde aquí.
He trabajado – ininterrumpidamente – desde los 16 años. El no conseguir trabajo – tras una búsqueda de meses – me tiene en una incertidumbre agobiante.
El desempleo, atado a lo inmisericorde que puede ser la opinión pública, me ha traído hasta aquí. Es tanta la presión que no me atrevía a reconocer públicamente que estoy sin trabajo y deprimido.
Se supone que las figuras públicas aguantemos todo, que tengamos el cuero duro, que escojamos la dignidad del silencio ante la indignidad de la injuria y el desdén. Pero se nos olvida que somos seres humanos.
Ante todo este panorama, me repito – para convencerme – el poema Invictus de William Ernest Henley y su verso final:
«No importa cuán estrecho sea el camino, cuán cargada la sentencia. Soy el amo de mi destino; soy el capitán de mi alma».
He tenido muchas batallas en la vida – la mayoría mucho más fuertes que ésta – y todas las he vencido. Volveré a vencer.
Me siento solo, pero sé que no lo estoy. Tengo mucho amor a mi alrededor, sólo tengo que abrirme. Una vez más, abro mis brazos y mi corazón a mi gente…».