14/5/14 – LA famosa ruptura de Maripily y Albert Rodríguez, la pareja que se sigue amando, pero que todo indica que ya no llegarán al altar, han ido haciendo públicas las razones que pusieron punto final a tan intenso romance. Hoy en la tarde la modelo y empresaria, con un tono de cabello refrescante y en matices de color marrón, contó detalles al reportero Tony Dandrades de cómo su vida se fue trastocando en los últimos meses.
La empresaria boricua enfatizó que se trata de “una situación bastante delicada”. (“Yo te diría que a base de tantas mentiras con su pasado, yo decido cancelar la boda. Todos tenemos un pasado. Yo decidí dejar el pasado de él aparte. Creí en las palabras de un hombre que dice que me ama, que yo soy la familia que él buscaba. Yo le di una oportunidad”, enfatizó la modelo y reiteró que “no me toca a mí hablar de ese pasado”).
A insistencias de Dandrades, ésta aclaró que no se trata de una falta criminal, sino de “algo personal”. El periodista le indicó que Alberto se había expresado a través de un comunicado de prensa y en una entrevista radial. Igualmente él descartó que fuera homosexual en el programa “Al Rojo Vivo”.
“Dice que está muy triste. Que te sigue queriendo y te describe como una mujer excepcional”, sostiene el comunicador.
Acto seguido, Maripily reconoció que no puede haber quejas de su parte porque “dejé de hacer muchas cosas por él”. (“Yo dejé un reality show por no faltarle el respeto, debido a su posición”, menciona refiriéndose a la empresa radial para la cual él trabaja).
En cuanto a todos los preparativos realizador para la boda que se llevaría a cabo en el Castillo Serallés en Ponce, la exparticipante de “Mira Quién Baila” respondió que lo tenía todo listo para la boda de sus sueños”. (“Yo entendí que él era el hombre de mi vida. Por la forma como trataba a mi hijo, como nuestras familias se llevaban, su mamá…Yo decía: <Dios mío gracias porque me diste la bendición más grande>”).
“Pero de la noche a la mañana, mi sueño, mi deseo, la felicidad, se convirtieron en un infierno. Yo viví una incertidumbre que nadie en la vida puede vivirla. El casarse es un paso bien importante y más si es por la iglesia. Es la bendición de Dios. Yo siempre dije que cuando yo me casara por la iglesia yo quería que fuera para toda la vida…y con el hombre de mi vida. Y yo pensé que él”, sostuvo.
En cuanto a cómo se resolvería el asunto de los gastos incurridos por los preparativos de la boda, Maripily aclaró que fue ella la que costeó todos los asuntos económico que, a la postre, ya han sido cancelados “y ya no hay castillo, no hay boda”. Igual devolvió a la que iba a ser su suegra la pulsera de brillantes que tiene un valor de 90,000 dólares, al igual que el aro que le obsequió Alberto.
Tony cuestionó entonces a Maripily cómo le había afectado a su hijo Joe Joe el dramático giro que ha tomado su relación amorosa.
“Joe Joe es un niño muy inteligente. Él y yo tenemos una relación muy bonita de madre y padre, muy abierta. Yo te diría que mi hijo lo quería mucho. La rebeldía de Joe Joe para ese entonces no era porque no aceptara la relación sino por nuestras peleas y mis reclamos frente del nene. Por eso es que yo decido que ya él no puede estar más en el hogar. Yo me sentía como el maniquí y la muñeca sin corazón”, comentó.
En cuanto a la posibilidad de una reconciliación, admitió que “yo estoy enamorada de él todavía, viví muchas cositas bonitas con él a pesar de su pasado…muy adentro, nos llevábamos superbién”.
El telereportero indaga sobre las situaciones que ha confrontado a nivel romántico en anteriores ocasiones y cómo sus expectativas en la búsqueda de la estabilidad en pareja se han hecho sal y agua.
“Te voy a ser bien sincera…a pesar de su pasado (de Alberto) yo todavía lo amo. Quizás es que no ha llegado el hombre de mi vida. O quizás no ha llegado el hombre que aguante una mujer como yo, con pantalones, hecha y derecha. No todo tipo de hombre puede tener…te voy a ser bien sincera, un mujerón como yo. No hay ninguna prueba de que yo vivo de los hombres. Mira, porque en realidad él estaba en mi casa, y mi casa yo la pagué cash. ¿Qué pagaba él allí? ¿La compra? Hello, la gente no puede decir eso. Yo tengo mi bien carro. Yo soy una persona trabajadora”, puntualizó sobre este contundente tema que ha acaparado los medios de entretenimiento).
Por Helda Ribera-Chevremont
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