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20/4/14 – AYER sábado fue tarea obligada para los puertorriqueños, para los fanáticos y para los que admiraban su calidad vocal y artística, ir a rendir tributo a Cheo Feliciano durante los actos fúnebres que dieron comienzo en el Coliseo Roberto Clemente desde tempranas horas de la mañana.
La primera etapa de este homenaje póstumo fue reservada para su familia, invitados especiales y colegas de sonero que falleció en un accidente automovilístico el pasado Jueves Santo a los 78 años de edad. Pero antes de ser expuesto al público que desfiló de forma organizada ante el féretro desde la 1:30 de la tarde hasta las 9:00 de la noche, la música fue parte vital desde el comienzo de este evento histórico, a través de un repertorio que hizo llorar a muchos por los recuerdos.
Los actos comenzaron con la intervención de la Familia Cepeda, seguido de una oración por parte del pastor Giudini y el tema convertido en himno de “Amada Mía” en la voz, en esta ocasión, de su autor José Nogueras. Igualmente la nieta de Cheo, Mía Michelle Hill, cantó “To Make You Feel My Love”, acompañándose al piano; y Luis “Perico” Ortiz hizo lo propio con “Cuando Un Amigo Se Va” con su trompeta. Asimismo, José Luis Feliciano, otro de los cuatro hijos del matrimonio que radica en Panamá, dedicó a su padre su versión de “Amado Mío” a capella. Horas más tarde y tras revelar que él también había caído ante las drogas, ministró a los presentes y pidió unión para hacer un mejor Puerto Rico. En tanto, artistas relacionados a la industria de la música se turnaban para hacer guardia de honor al féretro.
Figuras del ámbito de la política, de la industria discográfica y de la televisión, se personaron al coliseo para ofrecer sus condolencias, además, a su viuda Coco Prieto León, quien en medio de su tristeza se sostenía con los abrazos y le llegada de amigos suyos y de su esposo “de toda una vida en la música”.
Por Helda Ribera-Chevremont
Fotos: Teresa Orriola
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