19/4/14 – MIENTRAS sobre 500 personas permanecen esperando autorización de la Administración del Coliseo de Puerto Rico para poder rendir su último tributo a los restos de Cheo Feliciano, familiares, amigos íntimos e invitados especiales. Entre estos, Rubén Blades, quien hizo acto de presencia temprano en la mañana, sin poder evitar los sollozos.
El área donde generalmente ubica la tarima durante los espectáculos musicales, ha sido convertida en una capilla. En tanto, el féretro en color oro y plata fue cubierto por una bandera de Puerto Rico y un arreglo floral. Hasta el momento, la caja fúnebre permanece abierta.
Fotos: Teresa Orriola
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