2/3/14 – CUANDO la gira mundial de Alejandra Guzmán llegó al Coliseo de Puerto Rico, tenía todo lo que una diva rockera puede desear: un lugar donde el público esperaba con fervor el poder escuchar a la reina de corazones.
En esta presentación de ayer sábado se pudo observar que la Guzmán ha impartido a su concierto algo así como una doble moneda. Es decir, una imagen que exhibe los dos lados: el oscuro del rock y el blanco de la persona que es ella ahora. Y es que la cantante, como todos sabemos, ha tenido unos años muy controversiales. Su nombre siempre ha sido titular para los tabloides y demás medios dentro de la industria del entretenimiento.
Mas anoche, la artista quiso demostrar que esta vez regresa con la misma fuerza de una Alejandra Guzmán luchadora, fuerte y llena de energía. Vimos un concierto muy vivo en actividad física, contrario a la actuación de años anteriores. Ayer brincó, corrió, se cambió de vestuario en más de cuatro ocasiones y hasta tocó estrepitosamente la batería.
El show tuvo como intro un vídeo de una hazaña extrema: su experiencia personal al lanzarse en paracaídas desde de miles de pies de altura. Con este detalle, anticipó a su público cuál sería el ambiente de este tour.
Haciendo una entrada totalmente sensual, vestida con una capucha negra, hizo que los espectadores ardieran con su primera canción, «Ladrones». Durante el concierto, fue notable que por espacio de tres de sus interpretaciones, no soltara el tema de sus controversias, aprovechando este momento para exhortar a su público a “no hacer caso de lo que digan los medios de comunicación” sobre ella.
A sus 46 años esta diva del rock se deslizó por la tarima como si tuviera 20. Además, en el transcurso del show cada canción fue enmarcada con un toque personal utilizando videos caseros y una sentimental locución. De esta forma se iban proyectando momentos íntimos con su hija que ya tiene 21 años de edad. Se hilvanaron también anécdotas de situaciones difíciles vividas con su padre, y su actual estado de soltería, momento en que presentó uno de sus mejores performance con la canción «Yo No Soy De Nadie»
Para un sector de la audiencia, no cabe dudas de que hay que decirle usted y tenga a Alejandra Guzmán, en cuanto a las canciones de amor que vocaliza. Ella posee las baladas más poderosas de todos los siglos, por lo cual el público se desgalilló cantando a coro los temas «Día De Suerte», «Mi Peor Error» y «Aunque Me Mientas».
En el tema «Reina De Corazones», la diva se colocó un tipo de corona hecha en plumas, de exagerado tamaño…pero fue evidente la incomodidad de aquel vestuario. Esta coronita se movía y se le deslizaba hacia la frente constantemente.
Luego del consabido estribillo de “otra, otra, otra”, la velada cerró con las mejores de todas: «Hacer El Amor» y «Un Grito En La noche». Sin duda, un concierto repleto de energía ¡al estilo único de la diva el rock!
Por Félix De Jesús
Fotos: Chery Viruet
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