27/2/14 – AUNQUE se ha distanciado de la palestra pública, Roberto Vigoreaux continúa trabajando en el Capitolio y se encuentra colaborando en varias propuestas televisivas. En conversación con Helda Hoy, el padre de tres adolescentes rememoró su trayectoria musical, descartó alguna posibilidad de correr para algún escaño político y dejó claro que todavía le guarda rencor a Lydia Echevarría.
Su función en el Capitolio está estrechamente relacionada a la Oficina del Vicepresidente del Senado, José Luis Dalmau. Es allí donde sirve como asesor y emplea el conocimiento adquirido durante su ejecución como senador por acumulación del Partido Popular Democrático.
“Ahora yo no brego con temas político-partidistas, ahora yo trabajo con gestiones legislativas que llegan a la oficina”, comenta Roberto sobre las diferencias entre su labor como senador y ahora asesor. Sin embargo, algo que no ha cambiado es su interés en permanecer trabajando con temas relacionados al Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO), agencia donde se desempeñaba como senador.
Al preguntársele sobre la degradación de los bonos de la Isla a chatarra por parte de las casas acreditadoras Moody’s y Standard & Poors, Vigoreaux se mostró muy positivo y optimista pues, a su entender —y de acuerdo a lo que conoce sobre el gobernador de Puerto Rico Alejandro García Padilla – encontrará una solución para superar esta etapa.
“Ambos cuerpos legislativos están preparando varias medidas y el Gobernador ya está haciendo recortes en los presupuestos de diferentes agencias gubernamentales”, indicó. Y opina que la su entender, la solución estriba en bajar el precio de la energía para que otras compañías o fábricas muestren su interés en establecerse en Puerto Rico.
En cuanto a su carrera artística, el hijo del reconocido fallecido productor puertorriqueño Luis Vigoreaux, dice que al momento el público no lo verá en la televisión, pero eso no significa que está alejado de los medios de comunicación. De hecho, se encuentra colaborando en varias producciones locales.
“Básicamente estoy ayudando a varias personas. He estado trabajando con programas que actualmente están en su desarrollo como el de Belén Martínez Cabello y otro junto a Ángela Mayer, quien también tiene una serie de proyectos. Pero no voy a ser yo quien va a estar frente a cámaras”, explica.
Del mismo modo, se expresa sobre lo que fue su etapa como cantante y admite tímidamente que la misma no prosiguió porque no tuvo la recepción que esperaba por parte del público. No obstante, no lo ve como un fracaso sino como una forma de cumplir una etapa que quiso hacer en algún momento de su vida, demostrando así la perseverancia con la que dice haber criado a sus hijos.
En su faceta como padre, Roberto se encuentra muy alegre de tener a sus tres hijos en casa. El orgulloso padre de Roberto Luis de 24 años y quien estudió Administración de Hoteles y Restaurantes; Jorge Antonio de 22 años y estudiante de Finanzas; y Valerie de 21 años, que aparenta haber heredado la cualidad de multifacética, pues se ha desarrollado tanto en el campo de la veterinaria como en el modelaje.
A pesar de que ya sus hijos son mayores de edad, el sentimiento de padre protector lo tiene a flor de piel. Así lo demostró al enaltecer su alegría de tenerlos viviendo en su casa y sostener que los apoya en cada decisión que tomen sobre sus carreras profesionales. Sobre estas, no cree que alguno de ellos se interese en seguir sus pasos políticos aunque se mostró inmiscuido de surgir la posibilidad.
Es precisamente esa unión familiar la que destaca sobre su hermano, el también productor de televisión y tenedor de la franquicia Miss Universe Puerto Rico, Luis Vigoreaux, del que a pesar de no comunicarse a diario, mantienen unos “excelente “lazos familiares.
Del suceso que puso en juego el bienestar de su familia, se mostró firme a su decisión de no perdonar a la autora del asesinato de su padre, Lydia Echevarría.
“No sigo el tema de esa señora”, expresa sobre la actriz, quien recientemente estuvo internada en el hospital con complicaciones relacionadas a un fallo renal.
“No me interesa”, indica sobre la recuperación.
Por Pablo Venes
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